El otro día me compré en Puán cuatro pelis que elegí por nombre, a ojo, para salir de lo que circula por cable o boliferia. Esta la elegí por Alex de la Iglesia que megustó tanto su Balada triste de trompeta.
Cuando la fuimos a poner con Magda no me gustó lo sangriento del inicio, parecía muy de terror gore. Pero no, o casi. Me gustó mucho la historia cercana a Misery de a ratos y más me gustaron los personajes de las dos hermanas y su agorafobia que da motivo al título. Los lugares donde guardar cadáveres merecen particular atención y, si no tuviera miedo de arruinarle el final a alguien, podría decir muchas cosas sobre la paternidad y el miedo a, o la locura por la existencia misma de los hijos e hijas.
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