Y barren el azul con sopladoras
dos tipos con turbinas a la espalda
van soplando el azul como una falda
volátil en el viento y en dos horas
van rodeando la plaza y acorralan
el cielo que se había derramado
por todas las veredas entregado
al peso de la tierra y lo señalan
lo expulsan en tormenta borrascosa
de lilas y el deber municipal
se cumple con rigor impersonal
y embolsan a noviembre y a otra cosa
qué celeste la lástima que da
que lo borren así al jacarandá
Pedro Mairal
1 comentario:
El jacarandá siempre fue mi árvol preferido, desde que me tiraba, de chica, bajo su sombra a leer en el fondo de la casa d emis viejos. Además "jacarandá" es mi palabra favorita. ¿Todos tienen una palabra favorita? ¿No suena hermoso "jacarandá"?
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