lunes, 16 de agosto de 2010
Sentirme leída
Cada lector, cada lectora me dice uno de mis versos con su voz, lo recorta del conjunto de los versos que forman mi triste primer libro y en esa voz cada verso es otra cosa y la misma pero diferente y entre ese verso nuevo y el que está en el papel y, más aún, el que alguna vez nació de no sé quién que solía ser yo, hay algo que no sé qué es, algo nuevo que no es mío pero sí, que es del lector pero no, algo.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
2 comentarios:
Son esos "algos" que hacen la diferencia.
;)
Vea, dice Vila-Matas que en la lectura, una mente invita a seguir a otra pero imaginando, siempre, un camino distinto.
No sè si será verdad, pero la imagen tiene mucha lírica.
Cordialmente,
Yo.
P.D: Niño errante también es conocido como Martín Panizza, pero eso no se lo diga a naides, doña Irupé.
P.D2: ¿Dónde carajo consigo tu libro?
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