La ficción puede transformar la vida. Ingresarla como un juego. Desajustar y edificar lo cotidiano. De eso se trata la película: de una estudiante trabajando en un proyecto de vistaje y ordenamiento de las flores autóctonas en Trenque Lauquen asume la misma inquietud movilizante del trabajo (buscar) y lo vuelca en la construcción de una ficción a partir de unas cartas que encuentra (la historia de Marta Leiva) es esta nueva rutina discola que la irá llevando a un nuevo territorio, lejos de los prolijos proyectos de familia, trabajo, amor
Hay algo que emparenta está película con la formas de la ciencia ficción. En realidad mi lectura al finalizar, cuando se queda ronroneando las preguntas, las imágenes empezé a registrar el final como una distopia. Es que para ingresar a un nuevo plano vital (a partir del recorrido de la protagonista) es necesario despellejarse de la rutina, de lo que se espera, del mandato y animalizarse y encontrar otra sintonía con la naturaleza y también con lo otro.
Increíble guión (Laura Citarella y Laura Paredes) y la actuación maravillosa de Paredes.
Nota aclaratoria. Son cuatro horas y media. No les voy a decir cómo verla. Cada uno la vé como puede. Traten, eso sí.
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