viernes, 12 de febrero de 2016

Las primeras chicas que se hicieron una selfie

Dice en feis Alejandra Zina
12 horas
ayer volví a ver Thelma&Louise, la había visto en el verano de 1992 en un cine de la costa, se había estrenado unos meses antes y ese mismo 92 iba a salir el disco de Fito que las homenajeaba. Me acordaba poco y nada, en realidad lo que más me había quedado eran las imágenes de ellas en el descapotable y ese espíritu rutero. No me acordaba de muchísimas cosas, por ejemplo que el episodio que desencadena la fuga es el intento de violación a Thelma y un disparo de Louise, víctima también de una violación que nunca se anima a contar. No me acordaba que de ahí en más todo empeora y eso gracias a los hombres, salvo el policía de Harvey Keitel que parece entenderlas y protegerlas. No me acordaba que el marido de Thelma era un idiota machista y que los descuidos, ingenuos o no, de ella tienen que ver con su sometimiento, del que consigue liberarse a costa de... [Qué hermosa está Geena Davis, pregunté qué se hizo con ella después, por qué no siguió brillando y me contaron de una revancha amorosa que le arruinó la carrera. Tan Thelma ese desenlace]. No me acordaba tampoco que Thelma&Louise es un western perfecto, no solo por las escenas de persecución (donde el descapotable y los patrulleros son caballos que galopan en el desierto), sino también en el relato del tipo común que se vuelve héroe anti-sistema/ la mujer común, "buena ciudadana" "buena esposa" "buena empleada", que el sistema empuja a hacerse bandolera. Hay diálogos a los que se le nota el paso el tiempo (como a los jeans nevados de tiro alto), pero la película sigue viva. Ni hablar cuando le prenden fuego al Scania de un camionero baboso que las estuvo acosando en el camino. Son cosas que se festejan. Y un par de revelaciones más frívolas: Brad Pitt a los treinta años deja mucho que desear (prefiero mi recuerdo deformado) y Thelma&Louise son las primeras chicas que se hicieron una selfie.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...