domingo, 14 de febrero de 2016
Las musiquitas ya no son ajenas
La música ha estado siempre en mi vida de todas las formas posibles pero siempre era de otros: charanguito de dos cuerdas lanzado al techo por madre sacada, pianica que me regalaron en navidá pero debía compartir, clases de guitarra por obligación, padre que canta en la mesa y escucha Grandes valores del tango, radios piratas, novio músico, estados amistosamente alcohólicos, hijes que hay que acunar, bandas sonoras que eligen otres, hijes que hacen música. Ahora recién me la empiezo a adueñar, o a hacerme cargo, o ella de mí.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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