lunes, 4 de mayo de 2015

Qué gila que soy

Me dijiste que estuviste todo el domingo acomodando tu garage y tus autos. Te pregunté por qué tan afeitadito en domingo, yo pensando en que te habrías afeitado a la mañana. Como tres horas después me avivé que te habías afeitado para venir acá. Me confundís.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...