De repente me avivo de que, yo que ando triste, celosa, enredada, con la conducta de algunas minas que rondan por ahí, yo, no ellas, soy el modelo que ellas copian. ¡Ellas me admiran y envidian!!!! A mí que me siento tan puercamente inenvidiable. (Además son tan básicas como para que yo detecte sus gestos envidiosos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario