Comedia de esas en que uno desea la vida del otro y, cuando el cambio se produce mágicamente (esta vez meando al mismo tiempo en una fuente), se aprenden muchas cosas útiles para valorar la vida propia. Que ser soltero o casado, con hijos o sin, actor u oficinista no es bueno ni malo en sí, per siempre es bueno que sea lo que uno eligió.
Final feliz.
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