domingo, 13 de diciembre de 2015
Sábanas, Wenceslado y sol
Desde Remedios la bella ninguna mujer latinoamericana ha lavado sus sábanas inocentemente (creo que antes tampoco, pero digamos). Sin tabla de lavar, Wenceslado sacude y chirría. Sí hay soga: sobre la pelopincho, entre pared y fresno, levanto apenas unos centímetros mis ojotas escépticas del suelo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario