Muy buena Mariquita Sánchez de nadie en el Teatro Polonia. Me encantó el modo de encarnar cuatro personajes en la cuerpa de la única actriz y sobre todo el modo de narrar el sorpresivo amor entre la cantante y la Luthier. Hermosa la complicidad de la vieja criada y las patadas en el toot de Vicente López y Planes: "Donde dice dignidad ponélibertad, López, porque la revolución empieza por casa".
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