Y me equivoqué o no pero contradictoria y nunca al extremo de aceptarme con novio negro y poeta e hijes mulates a los 20 y dejar la facultad y feria artesanal y vivir en "la villa".
Digo: que hoy me acordé que mi mamá nunca ponía un juego de sábanas igual, nunca combinaba fundas y sábanas. Tampoco existían los toallones, todo era toallas de mano y, no sé si será un recuerdo mentiroso, pero bañaba a sus cinco hijes solamente los domingos. Me acuerdo cómo me gastaban todes cuando a los 11 o 12, lo sé por el cambio de casa, empecé a bañarme todos los días. Y cuando tuve casa propia cómo me ridiculizaba mi vieja algunos consumos no hereditarios pero más tradicionales en blanqueria y ropa de cama. Bueno, tampoco tuvo ella nunca una cama matrimonial y me dijo que parecía boluda diciéndole "amor" a mi marido. Pobre.
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