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Guadalupe Nettel: “No existen las madres perfectas, ni tampoco las imperfectas”
La escritora publica 'La hija única', una novela sobre tres mujeres que afrontan de distinta manera la maternidad
Alina está embarazada de ocho meses y le acaban de decir que la hija que espera no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir al parto. Esta es la premisa de la que parte La hija única, la nueva novela de Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973), que publica, como sus tres anteriores, la editorial Anagrama. Inspirándose en el caso real de una amiga suya, la escritora mexicana despliega en el libro temas como la capacidad para adaptarse a las condiciones que nos imponga la vida, por duras que sean —eso que ahora todo el mundo llama resiliencia—, así como las distintas maneras que existen de contemplar o ejercer la maternidad y, ampliando el foco, cualquier relación afectiva.
Con su anterior novela, Después del invierno, Nettel ganó el Premio Herralde en 2014. “Pasaron algunos años hasta que volví a sentir el impulso que implica sentarse a escribir una novela. Cuando apareció esta historia me agarró del cuello y me dijo ‘tienes que escribirme porque tienes que entenderme’”, explicó ayer la autora de manera telemática ante los medios de comunicación. Hoy, miércoles 30 de septiembre, Guadalupe Nettel presentará su novela, también en formato virtual, en conversación con Mariana Enriquez. El acto tendrá lugar a las 19 horas en España (12 h en México; 14 h en Argentina) y se retransmitirá en directo a través de la cuenta de Facebook de Anagrama. Durante la presentación se realizará una lectura dramatizada de fragmentos de la novela a cargo de las actrices Karina Gidi y Marina de Tavira.
“Es una frustración muy grande no poder presentar la novela en España, América Latina e Italia por culpa de este Covid que nos tiene amarrados y de la peor manera, con tanta gente que ha perdido familiares”, señala la escritora. Pero esa frustración reconoce que es una nadería en comparación con “la tragedia de una mujer ilusionada porque va a ser madre y le dicen que su hija va a morir y se tiene que adaptar a esa realidad; después le dicen que no morirá, pero que vivirá en estado vegetal, y sin saber por cuánto tiempo”.
El caso que relata Nettel es un claro ejemplo de lo imprevisible de la vida. “Es un tema muy presente en la novela y de alguna manera conecta con la experiencia de todos los que hemos pasado por las diferentes frustraciones que nos ha traído el 2020”.
Nettel vivió junto a su amiga la zozobra que padeció durante varios meses. “Cuando le pregunté si estaba dispuesta a que escribiera su historia, ella se sintió entusiasmada por la idea. Es una persona muy tímida y reservada, pero le pareció importante que su vivencia pasara a la literatura y se hiciera con ella algo que pudiera tocar la vida de los demás. Fue un gesto valiente por su parte”, relata la autora, que mantuvo varias entrevistas con su amiga que sirvieron de punto de partida para la novela.
A partir de ahí la historia principal se fue entretejiendo con otras historias que llegaron después. “Pasa algo extraño cuando uno se mete a escribir sobre un tema, y es que empieza a escuchar casos semejantes, historias de niños con discapacidades neurológicas, otras historias sobre la maternidad… Yo no tenía de ninguna manera la intención de escribir sobre la maternidad, sino la historia de mi amiga, madre de una niña que iba a morir y que todos los médicos habían desahuciado. Involuntariamente escribí una novela sobre la maternidad, pero no estaba en mi agenda para nada”, asegura.
La narradora de La hija única es Laura, la mejor amiga de Alina. Además de contar al lector el proceso de aceptación y duelo al que se enfrentan Alina y su pareja, también narra la historia de su vecina Doris, madre soltera de un niño con problemas de comportamiento, y además trufa el relato con sus pensamientos acerca de las distintas formas de entender el amor, la maternidad y el duelo.
Nettel ha tratado el tema de la maternidad en mayor o menor medida y desde diferentes ángulos en todas sus novelas. “Es una larga investigación personal que empezó con El huésped. Luego vino El cuerpo en que nací, que mucha gente vio como un ajuste de cuentas con mi madre, pero yo no lo vi así; luego fui madre y escribí El matrimonio de los peces rojos, donde desmonté los mitos de la maternidad paradisíaca. La hija única es la novela en la que más hablo del tema, y hay por mi parte una comprensión más grande hacia la experiencia de una madre que abandona a los hijos porque se considera incapaz de cuidarlos. He logrado desmontar algunos prejuicios que confieso que tenía antes de ser madre yo misma”, explica la escritora
Nettel, a través de Laura, reflexiona sobre lo que supone hoy decidir ser madre o no serlo. “Conocer estas historias me ha hecho ver que la función primordial de una mujer no es la maternidad y que las mujeres que deciden no ser madres tienen todo mi respeto y deberían tener el de la sociedad”. Como en La carretera de Cormac McCarthy, “una mujer puede decidir por absoluto altruismo no traer a nadie a este mundo. Cada quien es libre de elegir el destino que mejor le convenga y sobre todo qué hacer con su propio cuerpo. Ese debate está en el trasfondo del libro”, señala Nettel.
“Me da rabia cuando otros deciden sobre el cuerpo de una mujer. También me pone de muy mal humor y me enferman los feminicidios y eso se transparenta en el libro. En México vivimos una situación de verdadera alarma, antes se cometían 9 al día, ahora son 11, y cuando las mujeres salen a la calle a reclamar al gobierno que no está tomando las medidas necesarias las bloquean y no las dejan llegar siquiera a la plaza mayor. Parte de esa rabia tuve que contenerla para que no se desbordara por toda la novela”, asegura la autora.
Normalidad versus anomalía
La tensión que se produce entre lo que la sociedad considera normal y lo que considera anómalo es uno de los temas principales de la literatura de Nettel. “Es una de mis columnas como escritora. ¿Qué es la anomalía? ¿Qué es la normalidad?”. Para responder a estas preguntas en el ámbito de la maternidad, en esta novela la autora recurrió al mundo animal, donde hay todo tipo de actitudes. “Encontré que las hembras no son las únicas que cuidan de los huevos ni las crías, sino que hay padres absolutamente devotos de la crianza; que hay aves que no cuidan de sus crías sino que dejan los huevos en nidos de otros pájaros para que se ocupen ellos; otras especies, como los delfines o los elefantes, se toman la crianza como algo colectivo”, señala.
En nuestro caso, opina Nettel, el ideal de maternidad se ha forjado siguiendo un modelo de madre perfecta que, en el caso del cristianismo, representa la virgen María. “Es imposible igualar un icono como este. Además, no es la única manera de ejercer la maternidad. No existen las madres perfectas, ni tampoco imperfectas”, afirma la escritora y directora de la Revista de la Universidad de México.
Otro tema importante de la novela es la reivindicación de una mayor visibilidad para las personas con discapacidades neurológicas o “diversidad neurológica, como la llama Cristina Morales”, cuya novela Lectura fácil, ganadora del Premio Herralde 2018 y el Nacional de Narrativa 2019, elogia y recomienda encarecidamente. “Se trata de un tema poco tratado en la literatura y yo quería dar mi punto de vista, hablar de la belleza de los seres únicos”, afirma Nettel. La autora explica que en México “el Estado da poquísimos recursos para este tipo de personas, incluso las familias tienen vergüenza de contar que tienen un niño con discapacidad en casa. Lo esconden en vez de pedir ayuda, y es importante que esto cambie. Muchas familias necesitan una red de apoyo y solidaridad para poder hacerse cargo de personas así, porque es un enorme peso el que tienen encima”.
“Aprendamos a distinguir esa belleza que normalmente no se ajusta a los cánones. Ningún ser es igual a otro, aprendamos a ver la diversidad y disfrutar de su belleza. Esa es mi bandera estética”.
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