Me cuesta una teta salir de casa. Y con el auto peor. No es miedo al covid ni respeto por cuarentena, es paja total y traumas de agorafobia. Pero me pateo el culo y salgo: ayer con permiso de circulación y todo que me pidió el del GNC para retirar la puta oblea que había encargado el martes. Antes me armé todo un recorrido: pulseritas y tobilleras en la estación de Bella Vista con Valentina, macetas y plantitas con Flores Bordados, mi nueva artesana descubierta en feis y encontrada detrás de Barrio el Faro con garage transformado en local como tantes en nuestros barrios. De ahí me fui a lo de Magda a compartirle algo verde (fue verde y rosa porque eligió quedarse con la "paleta de pintor" colgante) y me traje tres cuadernos de Vassalisa, unos gajitos y dos porciones de pascualina. Ah, el guiso de lentejas estaba genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario