jueves, 10 de septiembre de 2020

Suspiras ante la embestida de los días idénticos

 PERRO DE HUESO (Bonedog)

(El poema de la peli Pensando en el final. Del poemario 'Rotten Perfect Mouth', de la canadiense Eva H.D)
"Volver a casa es terrible...
tanto si los perros te lamen la cara o no,
tanto si te espera una esposa
o sólo una soledad con forma de esposa.
Volver a casa
es terriblemente solitario...
y piensas con cariño
en la opresiva presión barométrica
del lugar de donde acabas de llegar,
porque todo es peor cuando estás en casa.
Piensas con nostalgia en los bichos
que se aferran a las plantas...
las largas horas en el camino,
la asistencia de carretera y los helados,
las formas peculiares de ciertas nubes
y los silencios,
porque no querías regresar.
es horrible.
Y los silencios
y las nubes propias de tu hogar
no hacen más
que agudizar el malestar general.
Las nubes, como tales, son sospechosas.
No están hechas del mismo material
que las que dejaste.
Tú mismo fuiste cortado
de una tela turbia y distinta.
Devuelto, descartado,
despreciado por la luna,
infeliz por regresar,
estancado en los lugares equivocados.
Con tu traje roñoso,
raído como trapo viejo, gastado.
Regresas a casa...
como a otro planeta, ajeno.
La fuerza gravitacional de la Tierra
se ha duplicado,
hace que arrastres los cordones desatados
y los hombros,
esculpe la estrofa de la angustia
en tu frente.
Vuelves a casa más profundo,
un pozo seco ligado al mañana
por una frágil hebra de...
Da igual.
Suspiras ante la embestida
de días idénticos,
uno a la vez, para el caso.
Bueno...
da igual, volviste.
El sol sube y baja como una puta cansada.
El clima, inmóvil como un miembro roto
mientras envejeces sin pausa.
Nada se mueve, excepto
las cambiantes mareas de sal en tu cuerpo.
Tu visión se nubla,
llevas tu clima contigo.
La gran ballena azul,
una oscuridad esquelética.
Regresas...
con visión de rayos X,
tus ojos están hambrientos.
Vuelves a casa con tus dones mutantes,
a una casa de hueso.
Todo lo que ves ahora,
todo...
es hueso".

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...