domingo, 12 de abril de 2015

Mucho florecimiento

“Es uno de los mitos más estúpidos que existen acerca del envejecimiento, el de que una mujer se convierte en una persona completa que ya no necesita nada y es una fuente de toda suerte de cosas para los demás. No, la mujer es como un árbol que necesita agua y aire por muy viejo que sea. La anciana es como el árbol; no hay ningún punto final, ningún término repentino, sino más bien un desarrollo de las raíces y las ramas y, con los debidos cuidados, mucho florecimiento.”



“Mujeres que corren con los lobos” de Clarissa Pínkola Estés, cap. 6.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...