domingo, 12 de abril de 2015

Los celos son alegres cuando se trata de mijita

La nena me dice que ha comprado el libro Mujeres que corren con los lobos para la madre de su amiga. Es un libro importante para mí, ya lo saben, que yo le entregué a ella, que ella está leyendo, y ella me dice que se lo regala a "otra" madre. Todo bien. Quiero mucho a Mabel, la madre de Luci, la amiga preferida de mi hija, pero recuerdo que fue ella y no yo quien le alcanzó a mijita su primera toallita femenina.
Como mijita es sutil en sus pequeñas heridas a mi narcisismo, un par de días después, ayer, me pregunta si no me acuerdo en qué parte el libro habla de que no tenemos una madre sino muchas. Chan. Golpe mortal. Suspiro y busco la parte pedida. Le pregunto si es tal parte, me dice que no. Sigo leyendo. Le pregunta si es esta (la que les pego aquí abajo) aclarándole que está buena esta parte porque es exactamente su casa, digo, por lo de "la más maravillosa de las madres del mundo". Me dice que sí, que esa es la parte que estaba buscando. Me levanto de mi cama de reposo, voy con mis rueditas hasta su cuarto y le entrego, ofredada, la página que le busqué.

Y dice:

Aunque hayas tenido la madre más maravillosa del mundo, es posible que, al final, llegues a tener más de una. Tal como tantas veces les he dicho a mis hijas: “Sois hijas de una madre, pero, con un poco de suerte, tendréis más de una. Y, entre ellas, encontraréis casi todo lo que necesitáis.” Sus relaciones con todas las madres serán probablemente de caráter progresivo, pues la necesidad de guía y de consejo nunca termina ni conviene que termine desde el punto de vista de la profunda vida creativa de las mujeres.”

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...