... y desconfiada y rencorosa, aunque no llego a vengativa. Pienso que este HDP que estuve albergando en mi casa y en mi cuerpo generoso siempre supo que no íbamos a durar, por eso me decía que no publique nada hasta dentro de un tiempo, que esperemos a que yo vuelva de Brasil o él de Córdoba, que no me llevaba al cumple de su sobri porque era pco tres meses y que todos lo veían siempre solo y ahora aparecía yo...
El pelotudo ya está acostumbrado a andar de aquí y de allá, vivir con una un tiempo, con otra dos días, sacarle a una una cena, a otra las berejenas en escabeche, el auto y dos monitores en desuso, ir viendo la que pinta, si la pongo acá o allá, si me baño en elo de mi viejo o en lo de algun gorda trola.
Y yo hablando con ustedes de amor. No aprendo más.
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