Tengo el calendario de estos tres últimos meses (marzo. abril, mayo) dibujado en una hoja y voy tachando los días escolares. No sé si me hace bien o mal pensar que "falta poco". Me gustaría disfrutarlos pero no estoy pudiendo: ya no quiero estar ahí, ya no me divierten les pibis o sólo de a ratos pero necesito mi tiempo para mí misma, para mi arte y mi escritura, para pensar en lo que quiero hacer hace tanto tiempo y postergué por crianzas y trabajos, supervivencia y urgencias.
No quiero ver a nadie. Mucho menos a docentes en escuelas. El amor de mis hijes y sus familias me alcanza como amor amor. Mis amistades se reducen y se purifican. Sueño conmigo misma para compartirme conmigo misma. Odio a la gente que amé y no me quiso. No quiero perder mi energía en odiar mediocridades y mezquindades.
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