Hace tres días que está decidido pero todavía no me animo a afirmarlo. Muches me dicen que dirija hacia ella mis energías positivas, que piense que sí va a ser para que se concrete. Pero odio eso de los automandatos y mucho menos eso de "decretar" que algo sucederá. Tampoco me tengo mucha fe con la potencia del deseo así tan conductista.
En cambio, sé que la casa me gusta, que hace una semana publiqué aquí mismo que es una casa "como yo", que ya la vio Florencia y Rafa y Julián y aprobaron, que a Magda por video también "le vibra" esta, que Rocío y abogades de Flor y del propietario están trabajando para completar papeleo y concretar. Eso me pone un poquitín nerviosa, pero ya no tanto como el verano pasado. Pienso más en el pedorro "si tiene que ser será" y trato de poner más alegría que fuerza. Me gusta la gente que me dice "Te merecés cada centímetro".
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