Odio esas dinámicas familiares y amistosas en las que la joda es gastar a alguien, marcarlo los defectos, cagarse de risa de lo que hace. Yo prefería festejar los aciertos o ser un poco más serios. Peor me pongo si me tratan de mala onda o me dicen que es en joda. Peor.
Sigue sin causarme gracia pero a veces trato de ser más sencilla y no razonarlo ni sentirlo ni nada, quedarme con la atención puesta en mí, no más y recordarme cuántas veces añoré ese "calor de hogar".
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