Aries ascendente Leo
El fuego de su signo solar se une al fuego de su ascendente, creando un infierno interior que lo convierte en una persona, acaso, demasiado ardiente: usted puede ser un líder nato o un despótico dictador; o ambas cosas a la vez. Sin duda, el poder y el éxito le importan.
Usted anhela codearse con los ricos y poderosos, pero se lo impide una veta perezosa que lo hace preferir descansar con los pies en alto en vez de partirse la espalda en algún proyecto.
Esta combinación da una persona franca y espontánea: lo que los otros ven suele ser lo que reciben, y aunque puede irritarse repentinamente, sus enojos no duran mucho, pues usted no es mezquino ni rencoroso. Es el primero para reconciliarse y estará dispuesto a ignorar errores menores y defectos ajenos, siempre y cuando hagan lo mismo por usted.
El orgullo y la arrogancia pueden salir a relucir, pero gracias a su centelleante sonrisa, es fácil ver más allá de su jactancia. Como le encanta llamar la atención y ser el centro del escenario, casi todos lo dejan usufructuar las candilejas, porque usted es naturalmente divertido.
Necesita una válvula de escape para no cargar sobre su familia los problemas laborales. ¿Qué tal algún deporte? ¿Y teatro amateur? La adulación puede perderlo, y le encantan los símbolos de clase social, cuanto más costosos mejor; aunque con su natural don para las finanzas, el dinero siempre parece llover del cielo.
Y lo mismo ocurre con el amor: de carácter juguetón aunque poderosamente apasionado, usted garantizará la risa y un futuro colmado de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario