domingo, 12 de julio de 2015

La falta de cloro y las mujeres japonesas

Dice en feis Felix Bruzzone
22 horas · Editado · 
Cliente novelista me encara otra vez con su tema preferido (su novela). Se le ocurrió meter, en la segunda parte (Alemania Occidental, 1950), a una familia japonesa que trabajó para los nazis y ahora atiende una pequeña joyería en Frankfurt. 
-Se ensució mucho esta pileta, eh -digo, pero él sigue:
-Los japoneses son muy tradicionalistas. Me fascina el mundo que puede surgir de esa familia japonesa
-¿Le pusiste cloro?
-Mirá, yo sé que las mujeres japonesas no hablan mucho, por ejemplo. Es al revés que acá, que no pueden parar. Allá la resolvieron fácil la cosa. No las dejan hablar y listo. Diez palabras máximo en una cena, por ejemplo.
-…
-…
-¿Diez? ¿Las cuentan?
-Sí, y si se pasan de diez les descuentan, al día siguiente.
-Impresionante.
-Bueno, igual hay que ver que el idioma japonés es muy difícil de hablar, eso ayuda al silencio. Los japoneses son muy silenciosos por eso. Las mujeres sobre todo, pero los hombres también.
-…
-Es que ese idioma debe ser más difícil para las mujeres…
-Hay que practicar, ¿no?
-Para hablar hay que tener entereza, fuerza de espíritu. Y las mujeres tienen cierta debilidad mental.
-…
-Y allá son más bien… como apagadas.
-Te comenté que le falta cloro a esto, ¿no?

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...