domingo, 24 de agosto de 2014

Frikiloqueando con La saga de los confines

Estuvo tan, tan bueno que me castigo a mí misma (siempre hay una excusa) por haber tenido miedo el jueves y no haber ido el jueves y pensar que el viernes y el sábado iba a llover e iba a estar todo mal y para qué me meto en kilombos. Bueno: decidido: LO MEJOR DE LA VIDA ES METERSE EN KILOMBOS. Y si soy kilombos frik, académicos y con amigxs es imposible huir.

Leí el viernes al lado de José Ignacio Scaserra, un pibe divino que, como le tocaba coordinar la mesa, me dijo que cuando me faltaran 5 minutos para cumplir mi tiempo me iba a poner al lado una cabeza de Darth Vader como señal y que me la iba a retirar cuando faltara un minuto para que yo fuera redondeando. Claro que esto lo entiendo yo recién ahora, dos días después, porque en el momento no le entendí nada y cuando vi el cuco ese al lado mío, terminé de cortar todas las citas que ya no había empezado a leer por miedo a aburrir, por cansancio de mí misma, por pudor. Tampoco entendí cómo hacer lo que el chico Scaserra me pidió luego: que manejara yo el Darth Vader mientras él leía (y su celular, encima para ver la hora: ¿cómo decirle que la tía bigotuda no sabe usar pantallas táctiles?). Así que disfruté de su ponencia igual que el público y no tengo la menor idea de qué tiempo usó.

Cuando empezó a leer el tercer integrante de la mesa, empecé con mis problemitas físico-emocionales: me estaba piyando encima. Aguanté como 6 páginas más y la ronda de preguntas. Una vez terminada la mesa y mientras hablábamos en grupitos aparece una de las organizadoras que pregunta: "¿Quién es Paula?" Y yo ni me hice cargo, que en ese momento solamente era "la que se mea encima si no la dejan pasar". Pero ella reformuló: "¿Quién es Paula, la que habló sobre La saga de los confines?" Y tuve que hacerme cargo. Y ella me dice: "Vení que te quiere saludar Liliana". Apa. Y yo sin ir al baño. Tuve que pedirle por favor ( a la organizadora, no a la Bodoc) que me esperara porque era imposible ser presentada a la autora de mi saga favorita en ese estado. Uff.

A la salida del baño la Bodoc, una diosa. Me dijo que no había llegado a escucharme pero que quería leer mi trabajo. Le conté mi idea, me dijo que Piukemán era de sus preferidos, nos abrazamos, quedemos en que nos veíamos en su conferencia a las 7 de la tarde. Mientras ella hablaba de "La magia del subdesarrollo" sentí que todo, absolutamente todo, tiene sentido.

No me saqué fotos con Liliana Bodoc porque soy un aparato. Recién saqué la cámara del bolso al otro día. Aquí van algunas imágenes de la lectura de Celia que estuvo en una mesa excelente sobre monstruos, del balcón del Paco Urondo que estaba tan lindo y de nosotras dos caminando por ahí.

Celia coincidía conmigo en que es raro no aburrirse en ninguna de las ponencias de un congreso y ponerse a charlar con medio mundo en los pasillos. Ojalá tengamos FRIKI todos los años :)


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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...