domingo, 29 de enero de 2012
The walking dead. Primera temporada
Ayer (antes de que Cori me llamara para ir al cine), entre las 4 y las 8 de la tarde, tirada en mi sillón, sin ventilador porque el ruido me pone MÁS nerviosa, me vi cinco de los seis capítulos de la Primera temporada que no había visto.
Y sí, esta serie me pone los pelos de punta. Siempre odié a los zombis pero tengo que confesar que esta historia me gusta "a pesar de" las tripas al aire y los cerebros destrozados. Tiene puntos muy intensos: el hombre que se queda atrás para "matar" a su mujer, el basura blanca esposado en el techo, el tonto del tanque, el héroe que fue repartidor de pizzas, el amigo que pone al amigo bajo la mira de su escopeta, la esposa que se creyó viuda y qué bueno estaba el amigo, el marido golpeador hecho cena, la hermana que espera que su hermana se zombifique para pedirle disculpas, los mafiosos que cuidaban ancianos. Claro que odio al típico chico principal que tiene todas las respuestas pero bueno, esperemos que la segunda parte de la segunda temporada le explique cómo son las cosas.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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