“Estoy a punto de preguntarle por un día bueno, pero me pregunto por mí misma. Me pido un recuerdo que me sostenga. Mi hijo tiene doce años. Yo camino por el río con el agua por las rodillas, por los muslos. En el lecho hay piedras. Me subo a una gran roca, una especie de isla. Mi hijo juega en la orilla. La luz se mueve el agua, entre plantas, en su cara. La luz tiembla en gajitos sobre el agua. Hay bondad en cada cosa y puedo verla. El agua esta fría y acaricia las piedras tanto que a todas las ha redondeado. Piedras que seguramente se desprendieron siendo filosas de las laderas de las sierras, triángulos llenos de bordes como cuchillos, puntas. Y la paciencia del agua fue una forma de amor hacia cada piedra”.
Fragmento del cuento “Los Ensayos”, del libro “La paciencia del agua sobre cada piedra”, de Alejandra Kamiya, Eterna cadencia editora, 2023
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