sábado, 1 de abril de 2023

Anónimo en la web me hace moquear

 𝗘𝗹 𝗛𝗜𝗝𝗢 𝗤𝗨𝗘 𝗖𝗨𝗘𝗦𝗧𝗔 𝗠Á𝗦

Cuando eres mamá de más de un hijo, hay uno que cuesta más. Es el que te contesta, el que te reta, el que te “prende”.
Este hijo necesita más amor y más atención de la que te imaginas, es el que necesita más control aunque te ruegue con su actitud que necesita estar solo, es el que necesita una mamá presente porque aún no puede autocontrolarse. Así es que aunque a veces sientas que no puedes con él, abrázalo fuerte, verás que no se moverá.
Aunque sientas que quieres explotar ante algo que te diga, voltea y dile, “te amo como eres”, y notarás que su semblante se relaja.
Aunque quieras gritarle que por ahí no, que ese no es el camino, para y mejor toma su mano y guíalo hacia donde tu creas más conveniente.
Aunque quieras perder la paciencia, no lo hagas porque cada acto de rebeldía es un grito desesperado de tu hijo para que lo voltees a ver, enséñale que no tiene que hacerlo de esa forma, que basta con que te diga qué necesita, dile siempre: “aquí estoy”, “aquí sigo”, “te escucho”, “dime qué necesitas”, “aquí estoy siempre”.
Y aunque no sepas cómo, da por hecho que todo saldrá bien, porque lo único que tu hijo necesita es tu presencia, tu tiempo y tu mirada.
Ese hijo que cuesta más, es el menos fuerte y el que te necesita más, es el que no sabe por dónde, es el que te escogió como mamá porque sabía desde antes de nacer, que tú podrías guiar sus pasos siempre.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...