miércoles, 8 de marzo de 2017
No me la compliques
Los tipos que pasan por mi dodge parecen dejarse entre sí mensajes que no entiendo, cifrados en los repuestos y modificaciones del vehículo y que, sistemáticamente, me ocupo de interferir: El chapista dice que había en la guantera un tambor de llave sin usar y uno roto y un par de llaves que no correspondían ni a esos tambores ni al que estaba puesto. Me pregunta qué llave usaba para abrir la puerta. ¡Qué sé yo!!!! Mirá la pregunta!!!!! Además me dice que el cinturón de seguridad no es el original, que lo deben de haber cambiando en algún momento. Se me queda mirando como para que yo le explique algo. ¿No lo cambiaste vos?, le digo. Yo, no, se escuda y no sé darle más datos. Si no fuiste vos fue algún otro mecánico o gaucho metiche o chongo hablador o hijo comprensivo. Qué voy a saber yo: mi relación con la máquina es sencilla: amor si arranca y puteada si no arranca.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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