Hoy en día considero que el género es, sobre todas las cosas, una posición política.
Nací con útero. Me anotaron como sexo femenino en el certificado de nacimiento. No hago mucho para que no me vean mujer y tampoco veo por qué tendría que hacerlo. Así que me leen como mujer. No es exactamente lo correcto, pero no me importa.
Antes sí me importaba.
En mi infancia me sentía varón y me ponía muy triste que me trataran como mujer.
Cuando fui creciendo descubrí que -al menos yo- me podía adaptar, que podía adoptar características femeninas y que eso me ayudaba a crear y mantener vínculos de amor y amistad.
(Hoy en día cada vez menos hace falta que lxs pibxs se "adapten" y eso me da mucha alegría. En mi infancia, era prácticamente imposible.)
(Hoy en día cada vez menos hace falta que lxs pibxs se "adapten" y eso me da mucha alegría. En mi infancia, era prácticamente imposible.)
Pero en el fondo tampoco me importaba.
Antes me costaba mucho identificarme como mujer. Odiaba todo lo femenino, porque lo femenino me reprimía como persona. La persona que yo era y "lo femenino" corrían por carriles muy diferentes.
Ahora que yo cambié, que la sociedad cambió, que mi rol en la sociedad cambió porque tengo esta edad y cierta apariencia de fertilidad, lo hago mío cada vez más porque siento en carne propia las luchas de las mujeres. Al leerme como mujer, me tratan como mujer, y sufro lo que sufre cualquier mujer. Y me solidarizo. Es una elección política en los tiempos que corren.
Pero en el fondo tampoco me importa. No diría "me siento mujer" íntimamente. Solo políticamente.
Después de mi infancia, de mi "adaptación a la fuerza" a veces me sentía varón y otras mujer.
Después cada vez más me sentí ninguna de las dos cosas.
Después cada vez más me sentí ninguna de las dos cosas.
Nomás me solidaricé, me "sororicé", con las mujeres, porque comparto sus luchas sociales, políticas y cotidianas.
Me sigo sintiendo igual.
Un ser que cambia. Con suerte y esfuerzo, un ser que evoluciona.
Me sigo sintiendo igual.
Un ser que cambia. Con suerte y esfuerzo, un ser que evoluciona.
El género es -creo yo- social, es cómo uno se ve frente a lxs otrxs en sociedad, en roles socialmente determinados, y la sociedad cambia y cambia y cambia. Y el género cambia junto con la sociedad.
El género, cualquier género, es fluido. Incluso considerarse varón hoy no es lo mismo que considerarse varón en 1984.
En una utopía social donde todxs seamos iguales quizás no haya géneros ya. O haya mil. O haya uno por cada persona y se superponga perfectamente con cada una de las identidades personales.
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