Como decía en el posteo anterior, vivimos un momento de increíble vitalidad de la poesía argentina. En la encuesta que me pidieron para Ñ señalé una serie de poetas muy importantes que pasaron por mis manos. Hay tanto material y movimiento editorial que el panorama se vuelve inabarcable y uno siente cierta injusticia al no dar cuenta de ellos. Carlos Ríos acaba de recibir un homenaje en La Plata porque publicó nada menos que siete libros.En la capital provincial la producción es incesante, como lo saben Mario Arteca y Librería Malisia. Hay un movimiento poético en Mendoza que tendríamos que conocer bien de cerca, pienso enPájaros Librería Independiente, Pablo Grasso. Sé que la vienen luchando duro y parejo. Córdoba la Docta nos da unos poetas como los que mencioné en el comentario y muchísimos más. Su feria de poesía es importantísima. El litoral es siempre unamaza acuática verbal: allí estánDaiana Henderson, Cristhian Monti y Santiago Pontoni y Editorial Gigantede Entre ríos entre tantos. En Mar del Plata Matías Moscardi y Ana Porrúa protagonizan un movimiento poético y académico vitalmente necesario. Osvaldo Picardo y su libro "21 gramos" Gustavo Darío López, hasta la victoria siempre. Sabemos del movimiento poético siempre renovado de la Patagonia, María Arce y Marcelo Raúl Eckhardt
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