Entre mis distintos blogs (éste que ya tiene años y tantas entradas, los más nuevitos, los más secretos), el movimiento del bloguear no es siempre idéntico. A veces es una bitácora urgente, a veces un diario íntimo modelo siglo XXI, otras un archivo del presente o del pasado, otras un anotador para las tareas pendientes o los deseos a futuro. Hay entradas que guardan, entradas que esconden, entradas que muestran, mensajes para mí misma en el futuro, exposiciones de lo que hay y lo que debería haber, denuncias de lo que duele y festejos de lo que se ama. De todo hay, o casi.
Estoy casi segura de que mis blog y mi placer de bloguear son derivaciones de mi raye por los diccionarios, las entradas enciclopédicas, las listas borgeanas, los laberintos carnales, las pasiones de coleccionista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario