sábado, 21 de junio de 2014
Camión encabritado
En mi serie de exsueños recurrentes (hace rato que no volvían), anoche soñé que manejaba un camión con acoplado y que, cuando iba a doblar en Senador Morón y Entre Ríos, la máquina se me paraba de manos y yo veía sus crines negras venir hacia mí y sus cascos delanteros patalear en el aire lejos del asfalto. Yo ponía primera, pateaba el acelerador (yo también tengo mi lado animal) y lo hacía avanzar (por suerte no aparecía la vieja sensación de pisar en el aire y no saber qué comandos usar). En el sueño mismo (casi estoy segura de que no fue después que lo pensé), yo razonaba que debía ser culpa de mis muchas lecturas sobre animalidad, devenir animal, perspectivismo amerindio y concepto de persona aplicado a cosas y animales y vegetales y todo, lo que hizo que mi camión (repito, habiendo él escuchado mis lecturas) se encabritara.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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