miércoles, 24 de junio de 2020

Lunísima gitana amorosa ruega por los incrédulos que te han negado y que te niegan

Poemas - Margarita Vázquez Díaz




Ay amor si me dejas la vida
déjame también el alma sentir.
Bola de Nieve

¡Ay amor!
si me das la savia de tu cuerpo
he de darte yo
un manojo fresco de mi fuente
un ramo de ajos y claveles
(para ahuyentar las malas intenciones)
un eterno atardecer rojo.


Se intuyen
se encuentran
se miran
se alejan

Se piensan
se acercan
se miran
se tocan
se alejan.

Se piensan
se acercan
se miran
se besan
se acarician
se alejan.

Sepiensan
se buscan
se miran
se besan
se acarician
se muerden
se entregan
se agitan

Se sudan
se elevan
se brotan
se yacen
se entierran
se nacen
se llevan
consigo
los amantes.


¡Qué ardan mis ojos
que incendien este atardecer!


Un par de libélulas entraron a mi recámara
a copular
se posaron frente a mi ventana desnuda
llenando de bendiciones amorosas mi enorme cama
esa donde extraño un cuerpo caliente que le corra
prisa por amar
que ame con toda su calma infinita
que tenga toda esa santa paciencia.


Estamos aquí
en esta pintura
que retrató el tiempo
tú bebiendo mis uvas
yo comiendo tu racimo.






EL AMOR



Como arena fina de las manos se me va
se me escapa este tiempo del agua.


Lúdica

Yo como un mundo de canicas
soy juego y ruedo
por el pasto verde
entre tus dedos.






POETA



Amo los caracoles de tus dedos
tus leyendas
tus mitos
amo tu descarga de versos o m p á
c o j a
r o.

Me queda bailoteando
un jazz de Coltrane
entre las venas
y te alejas.

Qué haré con tantas horas vacías
dónde meteré mis ojos para no delatarme
dónde tu cuerpo y tus tatuajes
en qué lavatorio me cabrán las manos
después de tocar todos tus pecados
qué haré cuando al abrir mis labios
surja tu unicornio de entreb ellos.


Amarnos desnudos
con los ojos muy abiertos
de frente al paisaje:
los árboles las flores
los cien ojos del tren
a lo lejos una escuela donde los niños aprenden
a no tocarse.






Recado en Blues



Aún no sé el juego de los mudos
aún no soy la maga
que adivina el pensamiento
me gusta que las palabras
caigan
por
mi
cuello
como gotas de agua
en el desierto.











Mi mujer de ojos de agua
para beber en la cárcel.
André Bretón

Mi hombre de corales marinos
de diálogos con la mar embravecida
mi hombre vestido de sal
mi hombre río que corre
entre mis dedos
mi hombre lápiz
tinta
mi hombre poesía
en cada una de sus líneas
mi hombre jugo de maguey
mi hombre caricia de espinas
mi hombre yerba fresca
-cuando me ama-
mi hombre lengua de camaleón
-también cuando me ama-
mi hombre cama
mi hombre león.






Lengua



Rosa húmeda
descarada serpiente
encantacuerpos.





Poesía




I

Luna de siete velos
Desnuda nuestros ojos mudos.

II

Luna de las once milo vírgenes
Ilumina nuestras lenguas ciegas.

III

Lunísima
gitana amorosa
ruega por los incrédulos
que te han negado
y que te niegan.





Cambio de casa



Esta fue la casa del incendio
aquí quedaron calcinados
diablescos cuerpos
como magos dejaron conejos
saltando en el silencio
y ya no supe nada
tan sólo el eco
ahora me voy
como se fueron ellos.





El invento del fin de siglo




Te inventé sentimientos
Imaginación
y una inteligencia extraordinaria
mi amado Frankenstein
tan lleno de remiedos
qué manera de tragarme
de irme destrozando
poco
a
poco.
En dónde
en qué esquina
tomaremos la cerveza nocturna
que nos endulce los recuerdos.






I

Ayer
tomé un racimo de flores negras
fui a depositarlas sobre mi tumba
cerré los ojos
y lloré por mi muerte.


II

Dejemos a los muertos
que descansen
en Paz.




Libertad



Tu carcajada se trepa por las paredes
se columpia en mis oídos
se pega a mis manos como sombra
y yo me encuentro como la gran pendeja
ahuyentando esos pensamientos.


De repente una se siente Diosa
y comienza a crear un gran amor
un inmenso amor que todo lo abarque
de repente una se siente Diosa
y cae estrepitosamente
en
el
a
b
i
s
m
o.






Fantasmas II



Solos estamos
asustados
de nuestra propia sombra
que nadie corra
que nadie se espante.



Fantasmas I



Esta manía
de llenar
de fantasmas
nuestro convento
de crear dioses
hasta sepultarlos
tan sólo
deja ruinas.

Dónde está la salida del infierno
dónde el encuentro de los pájaros
dónde la punta que empezó a tejar Penélope
dónde los puertos y los pescados
dónde el mar y sus islas
¡necesito el mar¡
Hoy es cuaresma
¿dónde estoy?



Maíz




Granos de amor
que alimentan
a mi desnutrido
corazón.

Como duele abril y este silencio
que se mete por los ojos
hasta reventarlos

como atrapa los oídos
hasta hacerse insoportable
como rompe las sienes
recordando nuestra soledad.


El sábado
me duelen los huesos
el cielo se desmorona
ni siquiera tengo tiempo
para el llanto

Es sábado
sigue siendo sábado
esta tristeza infinita.


Hoy
los gatos despertaron temprano
se metieron por todos mis resquicios
arañaron e hicieron trizas mi sueño.
¿Cómo pude dormir tan profundamente?






Marylin Monroe




Dónde está tu cabello platino
para cepillarlo
y quitarte ese peso de tu cabeza
dónde tus labios que sangran
(desiertos quemantes)
dónde tus piernas tu vientre tus senos
para acurrucar a una paloma.




I
Ya no caben
los peces
en mi sueño
se desbordan.



II
Han instalado su acuario
dentro de mi cama
por las noches
trepan hasta mi sueño-



III
Estoy segura
que un pez yace
en el fondo del mar.



IV
Esta mañana
Encontré una de sus aletas
atrapada entre mi sueño y el colchón.





El fuego



C o m i e n z o
E
N
I
Z
A




Consigna amorosa



1
Dejad que los amantes
se amen
y el uno
que siga rodando.

2
Dejad que los amantes
Rueden
y que el mundo
se siga amando.

Aún sigue
lloviendo el cielo
con su mezcla
de rayos
y ternura.



La dimensión de los cuerpos



No existen horas en este silencio
siempre iremos a contratiempo
antes que la hora exista
antes del tiempo habremos vivido.

Nada es casual
la mar se eleva porque el sol
tiende sus brazos calientes para tocarla
entonces sol y mar son uno sólo
en ese instante donde su espacio existe
en ese momento en que las campanas
son aves silenciosas
y por las calles fluyen vapores amorosos.

Recorremos plazuelas jardines
acariciamos nichos como santos
desatamos nudos en la memoria
donde somos el punto intermedio
entre la negación y la afirmación
de los amantes
esencia de cuerpos
donde nada estuvo
donde todo está.


¿No seré más tu niña agua
tu niña viento
tu niña ave del paraíso?

¿Serás capaz de desterrarme
Cuando descubras
que he comido de todas las manzanas?

A veces
-sólo a veces-
soy la más fiel
de las amantes.


Es inevitable fugarme en tus labios amados
es inevitable que enloquezca la mirada
como pez en busca de ese mar adelante
para beberlo un segundo
o toda una eternidad.

Tragafuego
lanza besos
lanza llamas.





Erótico

En el diario de hoy
aparecieron tus labios
to-tal-men-te desnudos.





Blues de los amantes




con la Janis de por medio
e indudablemente para ti.

Un mundo los contempla:
los cuadros
los libros
las paredes…
Palpan la humedad de sus lenguas
y una ráfaga de luz
les entorna la mirada
gimen jadean el blues
de la eterna espera.
Los acordes son bienes llevados
por sus dedos
las cuerdas se tensan
aumenta el ritmo
la respiración
el blues está apunto de morir
estallan…
sus gargantas.




SOL



Ave petirroja
que husmea la madrugada
lengua candente
que se desliza por la espalda
floreciendo sueños.

Nos meteremos en ojos de todos
-tan adentro-
que no verán la luz
de nuestros cuerpos
ya estaremos inventando
tras sus cuencas
una nueva versión del amor.


Tu boca
despertó a los miles de duendes
que dormían en mi cuerpo.
Tramposo seductor
¿qué hago ahora con ellos?





Julio último



Transcurre el día y me doy cuenta
que traigo puestos tu nombre y tu sonrisa.

I
Mi pensamiento te encontró
en la hoja de un periódico,
en los libros comprados
-pero no leídos-,
mi mañana se llenó de ti
y Julio agoniza.

II
Te secuestré
en el recuerdo de algunos encuentros
donde tu presencia llenó el lugar.
Julio agoniza y tú aquí.

III
La noche propicia para leerte
fue ésta dónde tus poemas
atraparon mi sueño.
Julio murió en una sonrisa.





Confesión



Nadie te amará como yo
tan desnuda de palabras.


Se abrió la puerta
Beatriz entró al infierno de Dante
a saber de sus afiladas uñas
y su mirada suplicante.



Cíclope


Tú que observas
con tu ojo único
las llamas que me crecen
tómame entre tus manos
y devórame las entrañas.

Tomo tu cuerpo
y una gran paz
invade al mío.

Debo cuatro meses de renta
Gina y Pati necesitan un par de lentes,
a Sergio le prometí hojas blancas para su novela,
Ivonne –aunque lejos- seguramente
necesita otro oso de peluche;
México se convulciona ante la necesidad de un cambio,
Panamá es bombardeada por nuestro “queridos vecinos”,
Ceausescu en Rumanía empala al conde Drácula…

Tanta hambre
tanta muerte
y yo con esta paz interminable.

Señor de mil batallas
guerrero ardiente
desarmas mis sentidos
y salgo a cabalgar
por tu cuerpo
sin miedo
a ser herida.




Presentación II

Soy la piedra
en el zapato del destino
la molesta risa fresca
entre los muertos.

Soy esa.

Las sombras calientes
resbalan
hasta tocar
el filoso umbral
de la muerte.

Retumba el eco
de los fantasmas
amorosos.




De Guerrero y Amazona


I
Escuché tus cantos profanos
en la montaña
y tiré mis armas.


II
Deshojaste
cinco sentidos de hierro
como quien desgaja una naranja
como quien abre un higo
-y lo comparte-
dulcemente.

III
Aún sigue flotando la neblina
que bañó nuestro encuentro
de guerreros.



Tiempo ardiente



Crece en tu cuerpo
un faro luminoso
guía del deseo
maquinaria celestial
estornudo del sol
no existe memoria hechicero
regálame cimbrantes latidos.

Ven
bebe de los senos
que tanto gustas
-guerrero-
ellos refrescarán
la tierra de tu boca.

Ven
acurruca tus sueños
por mis rincones.

A los amantes
se les ve siempre lejanos
-son aves ausentes-
no se quitan las caricias
ni para dormir
temen pasar frío
y quedar congelados en un sueño.

Tuve unas
largas trenzas
tejidas por mi abuela
tuve un frío
intenso
y unos sueños
solitarios
tuve algunos gatos
que murieron
con sus siete vidas
a cuestas
tuve toda la santa paciencia
de llorar su muerte
y enterrarlos.




Mi padre



I

Mi padre es una gabardina sin cuerpo
una ambulante sombra
una llama que no se acaba
que no se apaga nunca.

II
Mi padre era un cuerpo
siempre oculto ante mis ojos
no pude acceder a su desnudez
y sé que estaba ahí
bajo su ropa tan impecable
aguardando una caricia.

Vagabas solo papá
infinitamente sólo
yo no sabía de tu tristeza
tan sólo sabía amarte.

Una tarde
me llevaste a regalar zapatos blancos
a la casa de mi madre
y nos salimos a platicar como dos novios
que no saben que se despiden
para siempre.

Papá
dónde pondré tu ausencia
siempre tan puntual
a la hora precisa.
Puntualmente guapo
te alejaste
dejando mis manos
huérfanas de ti.






Preguntas en la memoria



I
Y cuando abra los ojos
¿Seguirás saboreando mis mejillas?
¿Seguirás dando pasos de gigante
para que yo corra y te alcance?
¿Seguirá tu camisa
almidonando mis sueños?

II
Y cuando abra los ojos
¿Seguiré jugando a ser madre
de los árboles y de los gatos?
¿Seguiré trenzando mi fantasía?

III
¿Y cuando abra los ojos
seguiré siendo niña?





Abuela



Hoy vi tu retrato
y encontré mi rostro
mi risa de niña.
Como se va endureciendo el gesto con los años
tantas tolvaneras
tantas lluvias
lo van tatuando.
Quien sepa leer entre líneas
encontrará una historia.





Abuelo



1
Mi abuelo feroz
de las veinte horas,
llegaba con los bolsillos
repletos de monedas,
bastaba su presencia
para poner a temblar a las tías
que corrían a desmaquillarse,
el mundo en esos momentos
giraba alrededor de él.


2
A mi abuelo feroz
para saludarlo
había que besarle la mano.


3
Mi abuelo
de limón y sal
de jugo de naranja
y huevos tibios con limón
por las mañanas.


4
Mi abuelo
de grandes sorbos
a la hora de los alimentos.


5
A mi abuelo lo abracé
una noche en su cumpleaños
cuando ya estaba ciego
y yo, a los treinta años
comenzaba a ver.


6
Mi abuelo tan feroz
irreconocible
de tan cercano.

Tengo mucha abuela
y bisabuela
entre las venas
tengo sangre india
sabor a tierra mojada
en la nariz.

Nací entre temblores
rodeada de secretos
heredé el sabor húmedo
de la tierra y la magia
de mis abuelas.





Lotería, cuarto creciente

I
Existe una ventana por donde entra algo de luz. Mis hermanos y yo las observamos encerrados.

II
Mamá apareció por la ventana, descubrió la puerta, la abrió, se fue.

III
Hoy toqué a papá sin importarme las miradas severas de la abuela. Hoy besé a papá y me llenó de mimos.

IV

En cuanto desapareció papá me castigó la abuela. Por empalagosa –dice ella.

V
La abuela me corretea las travesuras pero siempre soy más veloz.

VI
Hoy descubrí que sí me quiere –Me habló con ternura- pero su amor poe el sol es in- f i n i t o.

VII
Cuando muera, papá quedará fuera de su vientre para siempre.
VIII
A mi hermano lo enferma el sol, el aire y el frío, dice la abuela.

IX
Mi hermano juega a las canicas, al trompo y al balero. Hoy trepamos por las palmeras con Freddy y Javier, no se enfermó.

X
La abuela dice que debo cuidar de mi hermano.

XI
Hoy le di trancazos a un niño que jugaba con él, creyendo que peleaban. Mi hermano se enojó un poquito.

XII
Me gusta más cuidar de mi gato.

XIII
Hoy me dejó la maestra fuera del salón, me sentí muy triste, nadie se acercaba ni con la mirada, temían un contagio espantoso de ¡piojos!

XIV
Mi hermano sí se acerca a mí.

XV
Mi abuela vació D.D.T. sobre mi cabeza, la envolvió en una toalla, me sentó bajo el lavabo del baño mientras ella y el abuelo se bañaban, ambos.

XVI
Me gustó cómo se bañan los abuelos.
XVII
Mis hermanos y yo nos bañamos como los abuelos.

XVIII
Mis hermanos y yo jugamos que somos los abuelos.

XIX
Hemos explorado nuestros juegos muy de cerca. A veces invitamos a Fredy y a Javier.

XX
Hoy escuché ruidos en el departamento de junto.

XXI
Me asomé por la cerradura y varios hombres jugaban con una mujer desnuda. Toqué varias veces en la puerta y me escondí.

XXII
Hoy me invitaron al cumpleaños de la hermana de Xavier. La abuela no me dejó ir.

XXIII
Fui a avisar que no me daban permiso y me quedé en la fiesta. Le llevé pastel a la abuela para que no se enojara.

XXIV
Hoy fue papá al colegio. Hoy me gustó su mirada.

XXV
Cada vez me gusta menos tender mi cama todas las noches. Quisiera tener una ya hechecita para tirarme sobre ella en cuanto tuviera sueño.

XXVI
La cama de los abuelos rechina y no soporto el olor a orines de la bacinica que está bajo la cama de mi hermano. Mi gatito ronronea, arrulla mi sueño.

XXVII
Hoy extrañé a mamá y comí mucha tierra mojada.

XVIII
Cuando ella viene a visitarnos parece un día de fiesta.

XXIX
Mi hermano dice que en la tierra que comí había mocos de Freddy.

XXX
Hoy subí con Freddy a una palmera y cortamos dátiles de ella.

XXXI
Ya no me gusta Freddy, por mocoso. Ahora me gusta Javier.

XXXII
Javier no tiene mocos, siempre está muy bien peinado –parece que ni juega- nunca está sucio como Freddy.

XXXIII
Me gusta jugar y ensuciarme. Ya no me gusta Javier.

XXXIV
Mi hermano no sabe que hablo con los árboles y con los gatos, se reirá mucho de mí.

XXXV
Hoy hubo reunión en casa de la abuela, creo que se festejaba algo.

XXXVI
Pusieron una silla en medio del comedor y me subieron en ella.

XXXVII
Parece que me veo muy graciosa cantando y bailando, pero no soportan que les lea en voz alta, dicen que lo hago muy mal.

XXXVIII
La abuela tiene una tienda donde vende frutas de colores envueltas en papel de china.

XXXIX
Hoy me escondí tras los fruteros para observar lentamente cada uno de los cuentos de mi libro de lecturas.

XL
Hoy me quedé dormida mientras la abuela planchaba y yo intentaba leerle en voz alta. Me enojó mucho que me echara saliva en los ojos para despertarme.

XLI
La abuela no cree que ya sé leer aunque no me salgan las palabras.

XLII
Quiero mucho a mi hermanita, pero no la quiero porque se va con mamá-

XLIV
¡La abuela está insoportable! Hoy me peqó porque los frijoles se quemaron y la leche se consumió mientras yo jugaba a la princesa y me quedé dormida.

XLV

Subí a la azotea para aventarme y que la abuela se sintiera culpable de mi muerte.

XLVI
Apareció la portera del edificio y me mandó directo con la abuela.

XLVII
La abuela no cree que haya subido tan alto.

XLVIII
Me enfermé, la abuela me dio de comer manzanas y jamón. Creo que le gustan mis mejillas coloradas y mis carreras.

XLIX
Es invierno, papá me regaló una bufanda y una muñeca rubia. Su nombre es Dalila.

L
Saqué a mi muñeca pelirroja que se llama María Eugenia de atrás de los fruteros. Ahí tengo mi casita.

LI
La voy a tirar, está despeinada y no huele como Dalila.

LII
Creo que no la voy a tirar, Dalila y María Eugenia se cayeron muy bien. Parece que a María Eugenia no le molesta que Dalila sea tan nueva, y a Dalila tampoco que ella sea tan greñuda.

LIII
Dalila y María Eugenia siempre duermen, se quedan en mi casita mientras yo juego con los gatos, con mi hermano y las palmeras.

LIV
Ya no me hacen el “fushi” en el colegio, mi tía me peina, me jala el cabello hacia atrás y me pone un moño de regalo.

LV
Creo que es vanidad, al abuelo le dejaron en los zapatos un montón de frijoles. Dijo la abuela que era para que crecieran.

LVI
Al abuelo le tengo un poquito de miedo, dice la abuela que es feroz cuando se enoja, que siempre hay que tenerlo contento.

LII
Al abuelo le gusta contar cuentos de brujas, entonces las noches se llenan de espanto y mis dientes castañeas.

LVIII
Hoy me pidió que le rascara la espaldota, me trepé arriba del él y rasqué y rasqué. Él no se cansaba, yo sí, por eso saqué las uñas y se las enterré. Dio un salto y ordenó que me bajara.

LIX
Mi abuelo huele a marinero, así deben oler los marineros que navegan con el sol por todo el cuerpo.

LX
Para saludar a los abuelos hay que besarles la mano. Mi abuela nunca besa al abuelo.

LXI
La abuela sólo besa a mi hermano.

LXII
Hoy conocí a la tía Martha, es hermana de la abuela, vino de su pueblo a vender animales raros (acociles, chinicuiles), carne de puerco y pulque.

LXIII
La tía Martha tiene largas trenzas como la abuela y huele a hojas de maiz quemado.

LXIV
Estuvieron hablando de la bisabuela.

LXV
Mi bisabuela es finita como chorro de leche, y tiembla todo el cuerpo como si tuviera prisa por algo.

LXVI
La bisabuela platica con los muertos, la van a visitar y los resibe en el patio de su casa o recostada en la cama.

LXVII
La abuela platica con los muertos. Creo que habla con ellos antes de tenerlos.

LXVIII
Hoy todo el día olió a “xoquiaque”, cuando algo huele a huevo crudo vomitado dice la abuela que huele a “xoquiaque”.

LXIX
Yo creo que todo el mundo se vomitó porque tembló.

LXX
La abuela salió a mitad de la banqueta, se hincó, abrió los brazos con las palmas de las manos hacia el cielo y se puso a rezar. Yo me hinqué junto a ella y repetí las plegarias que salían de su boca.

LXXI
La abuela siempre lanza bendiciones a diestra y siniestra “que Dios lo bendiga, que Dios lo acompañe…”

LXXII
Yo imitó a la abuela y lanzo bendiciones a mi gato cuando me voy al colegio.

LXXIII
¡No sirven! ¡No sirven las bendiciones! Hoy aplastó un carro a mi gato.

LXXIV
Me fui con los árboles a llorar por mi gato muerto.

LXXV
¡Apareció otro gato! Siempre aparece otro gato.

LXXVI
Hoy mi hermano no quería levantarse y llagamos tarde al colegio, nos fuimos de pinta al parque.

LXXVII
En medio de un gran bosque comimos las tortas que la abuela puso en las mochilas.

LXXVIII
Creo que ya crecí, papá me llevará a una nueva tienda para que le ayude, será la cajera.

LXXIX
La tienda es pequeña y bien surtida, con muchas cosas para comer sin la supervisión de la abuela.

LXXX
Hay un tío que la atiende, hay algo raro en él.

LXXXI
Hoy me quedé dormida junto al refrigerador de la tienda. Me despertaron los labios de mi tío entre las piernas.

LXXXII
Le dije que en cuanto llegara papá se lo diría.

LXXXIII
Me golpeó hasta sangrarme.

LXXXIV
Nunca se lo diré a nadie.

LXXXV
Papá está enojado porque no quiero ir a esa tienda al salir del colegio.

LXXXVI
Hoy me bajé del camión en movimiento y me estrellé en la banqueta, me recogieron y llevaron con la abuela.

LXXXVII
De todos modos tendré que seguir yendo a esa tienda.

LXXXVIII
Odio la sonrisa burlona de mi tío, trato de no estar cerca de él.

LXXXIX
En cuanto se va papá salgo a jugar, siempre hay árboles cerca de mí.

XC
Hoy llegó papá y yo no estaba en la tienda, se enojó muchísimo y por primera vez me pegó.
Él no entiende nada. Yo sí. Mi tío también.

XCI
Le dije a mi hermano que me iría con mamá al día siguiente, al salir del colegio.

XCII
Me dijo que me llevara las mallas negras que me había regalado en mi cumpleaños para que me acordara de él, y también a mis muñecas para que me acompañaran.

XCIII
Me despedí de los árboles, de mi gato y las palmeras. Comí mucha de esa tierra mojada donde tanto habíamos jugado.

¿Quién hace la jugada?
¿Quién juega con los amantes y los coloca en el abismo?






Boy Scout




Me gusta
Recordarte
en la penumbra
explorando
entre mis muslos.
Ojos hermosamente tristes de soledad
Quijote trovador de atardeceres
qué pena que aún te duela la existencia.

Cómo describir tus ojos de gacela
tus labios de agua de barro
tu cuerpo de caballero andante.

Cómo, de qué manera describir tus acordes
que aún vibran en mi pecho.

Nos perdimos en el camino
nos perdimos en él de tanto mirarlo
tu padre tuvo mujeres e hijos como tú
tu madre siguió con su contabilidad eterna
para saber cuántos nietos tejería.
Como Úrsula inventó Macondo
tú fuiste un José Arcadio
y yo, por salirme de la historia Magdalena,
entonces lancé la primera piedra
para que cayeran todas las manzanas
y comer de cada una de ellas
para quedar desterrada
de una vez y para siempre
de ese paraíso.

La lluvia
nos recordará
que la libertad
cuesta lágrimas.






La respuesta está en el viento




Qué amargo es –a veces- vivir
y darme cuenta que nada me es indiferente
que no puede serlo
y Bob Dylan me dice
que la respuesta está en el viento
pero ¡chin!
qué doloroso es el viento.

¡Pinche vida!
gracias
por tomarme
algunas veces
en serio.




Canto a mi ciudad



Los miserables
caen como gotas luminosas
en la ciudad
emergen en un suspiro
de cemento y thinner
vuelan a través del sol
se detienen y lloran en su vientre
por esta ciudad de ruinas y mideria.

Desde ahí
aplauden mis lamentos
aplauden el rodar del mundo
y su degradación en cada vuelta.

Trituradora de cabezas
manos sexos y piernas
¡aquí estoy!





Aclaración



No es venganza ¡lo juro!
sólo que mi amor
se fue junto contigo
a cabalgar entre las pampas
y no volvió.




R.I.P.



Recorrió lentamente
cada uno de sus huesos
estremecida de frío
colocó en un ataúd
a su muerto amor.

Que ausencia tan lejana
tan vacía de ti
ni el eco te revive
te reanuda
te revierte
que ausente está el deseo
qué frío en este amanecer.

Cómo me dan pena
los que se abandonan
ocultan el amor
y se creen perversos
¿Qué pasa con los hombres
de la tierra?





Devaluado Amor



Sólo somos gotas
de un gran corazón
que latió con intensidad.





COMO EN EL CINE

Entiendo
que se alejan los amantes
entiendo
que busquen la soledad
para encontrarse
pero
¿por qué tenemos
que ser nosotros
los protagonistas?




POLÍTICA PASIONAL



1
Tu amor
está preso
torturado
desaparecido.

2
El recuerdo de tu amor
niega que seas sólo ruinas
la gente corea mi silencio
y se inicia una marcha solidaria
porque este amor no se olvide.

3
Hagamos una tregua
en esta lucha sin sentido
en este desgastar el amor
a cada rato
hagamos una tregua
-te repito-
para que termine
esta fría guerra
al calor de nuestros cuerpos.

Cómo náufrago sediento
necesito tu mirada
necesito una caricia
-una solamente-
para revivir este amor
que a veces se apaga.



VUELO

I
Quisiera una noche
liberar a los pájaros
abrir sus jaulas
dejarlos volar.

II

Quisiera
-ya te lo he dicho-
volar contigo en la madrugada
porque se están volviendo espejo
tus besos y mi rechazo.




Reclamación

S
Siempre te dije
que para amarme
necesitabas desnudar
el universo de tu cuerpo
que no era cubriéndote
con piel de borrego
víbora
o cocodrilo
como lograrías beber
las aguas de mi cuerpo.




Mujer IV

Me envolvió el ritmo de la música
te transportó a mi lado
se entrelazaron nuestras piernas
nos amamos en cada sonido
desvanecido
te refugiaste en el suelo…

¡Pinche realidad
levanté la escoba
y seguí barriendo!



Mujer III

para Martha
Entre medidas exactas
un pay se cocina
transcurre la tarde
y tu belleza blanca serena
se me antoja en cada sitio
posé para pintarla con fondo negro
para hacer luminosa
tu reprimida sonrisa
de Gioconda sensual.


Mujer II

Muchas espinas
llevas mujer
clavadas en el pecho
como puñales
al arrancarte sólo una
derraman tus ojos
sangre cristalina.

Mujer I
A Frida Kahlo

I
Al evocarte
ruge el cielo
lloran los muros.

II

Para sanar los piquetes
de tu cuerpo
mujer intemporal
recorrería sellando
con mis labios amantes
cada llaga.






VIAJE MÁGICO Y MISTERIOSO


para Sergio Julián

Una niña adolescente
parió en un sueño de muñecas
apenas transcurrido.

Su hijo brotó de entre algodones
y de una bocanada
se bebió todo el sol.

Su canto de vida
colmó hasta la inmensidad
sus sentidos de madre adolescente.





Encuentro en el 68

A Sergio

Nos encontró el amor en la soledad
recién paridos
llorando a la incertidumbre
de estar vivos
cuando la muerte era tan alucinante
que se podía tragar
como los hongos de Huautla.

Nos encontró cuando las flores
dibujaban mis piernas
cuando mi falda era corta
y los Rolling Janis Joplin y los Doors
eran nuestros frenético-vibrantes compañeros.

Entonces
nos encontró el amor
y comenzamos a observar el cielo.




Encuentro




Caminaba
al llegar a la esquina
de mi pensamiento
tropecé con el tuyo.


Hoja en blanco

¡Yo te conjuro bruja blanca
para que liberes la palabra!


Presentación I
A la manera de Rosina Conde

Nazco día a día
agua
flor
mujer.
Soy esa.






Tomado de http://descargadeversos.blogspot.com/2017/09/poemas-margarita-vazquez-diaz.html

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...