lunes, 22 de junio de 2020

Algo en que creer

Terminé Algo en que creer: Creo.




Algo en que creer: Emotiva, emocionante, no sé qué significa el prefijo o la raíz de lo emotivo pero a mí siempre me sonó a mocos, pero bien, digo, de cuando se te caen los mocos de emocionade.





Algo en qué creer: Ya la terminé: Si no estuviera envuelta todavía en los mejores mocos emotivos podría hablarte de los desenlaces más perfectos y sorprendentes de todos y cada uno de los personajes.


Capítulo 5 de segunda temporada. Babeo con Elisabeth y la médium, la educación musulmana o no musulmana de la nena, Cristian y su negación a vender cursos de autoayuda.


Algo en que creer: Capítulo 3 de temporada 2: Cómo se puede, narrativa, lírica, dramáticamente, mutar alrededor de un mismo suceso y observarlo y exagerbarlo como quien se obsesiona con los fragmentos y el todo de un caleidoscopio.



No me hables de segundas partes y su posibilidad de ser buenas, mejores o doblar la apuesta si no empezaste la temporada 2 de Algo en que creer.



No me hables de finales impactantes de temporada si no viste el final de la temporada 1 de Algo en que creer.




SPOILER....



Me dejó pasmada esa madre que ve al hijo muerto y cree, cree, en todos, en la fe del hijo, en la del marido, en la de la espiritista, en sus propios dones para comunicarse con los muertos. Me encantó el tratamiento dulce, maternal, de un tema tan doloroso en el realismo y tan toqueteado en le fantástico.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...