martes, 5 de mayo de 2020

Alto kilombo se armó en la Biblioteca virtual pero ya me aburrieron porque no se discute con quien debería discutirse

Fue muy triste para mí leer los agravios a colegas a quienes respeto y aprecio, y modos de discutir a través de descalificaciones que ojalá no sean los únicos que permita esta plataforma. Soy lectora entusiasta de la Biblioteca Virtual, y creo que si no hay bastardeos, la discusión puede ser importante para pensar nuevos modos de circulación y acaso de producción de la literatura. Pienso que el éxito de esta biblioteca podría demostrar el resquebrajamiento de la lógica de mercado en el mundo literario (“solo vale lo que vende”), y creo que la defensa encarnizada de que la producción y distribución de libros siga manteniéndose dentro de esta lógica solo beneficia a lxs pocxs“que venden muchos libros”, y genera frustración entre quienes no, del mismo modo en que lo hace el capitalismo en todos los ámbitos (tal vez de ahí el feroz ataque contra colegas exitosas). Si lxs escritorxs aspiramos a vivir de las regalías esto no puede derivar sino en frustración para aquellxs “que no vendemos tanto“, pero también, en un empobrecimiento de la literatura que buscará siempre parecerse a sí misma para que ser validada (está bueno que aclaremos que esta lógica de mercado no se da solo con las multinacionales sino que devino en lógica de muchas editoriales independientes). No por nada la biblioteca surgió en el espíritu de la poesía, que nunca buscó rédito económico, que sabe de la innecesariedad del arte, que transita sin desesperar la casi nula venta, se abisma, busca, experimenta. Me pregunto qué nuevos modos de pensarnos como trabajadorxs podríamos encontrar sin que esto implique apoyar un sistema que pone en peligro nuestra libertad artística.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...