sábado, 30 de mayo de 2020
"Poema contra los poetas", de Suniti Nanjoshi
Caí sobre las espinas de la vida
sollocé, sangré,
pero, ¿con qué propósito?
Hubo una vez una poeta
que se creyó ruiseñor
y otra que pensó
que ella era una rosa
-encantadora, quizás,
y ciertamente capaz, pues había encontrado al menos,
una manera de soportarlo.
¿Habrían sido más poderosas las vísceras
del ruiseñor
(como objetos emblemáticos)
Tirados en el suelo
de una habitación en la que entres, y luego
te alejaras,
sorprendida y maravillada?
Ah, la rosa no tiene sangre,
está blanca de dolor,
y el ruiseñor se lamenta
otra vez en los bosques.
Pero existen otros animales
más ordinarios.
No son literarios.
Son dueños de su dolor.
Traducción de Ave Barrera y Lola Horner. Edición de Paraíso Perdido. Copiado de acá https://books.google.com.ar/books?id=Xe_ADwAAQBAJ&pg=PT101&lpg=PT101&dq=suniti+namjoshi+poes%C3%ADa&source=bl&ots=OXY-cR3rEU&sig=ACfU3U1OBFPLicT0kJn_4qUblIKaLPNYyQ&hl=es-419&sa=X&ved=2ahUKEwiyg4vHvNzpAhXmIbkGHdYuB6wQ6AEwDnoECAoQAQ#v=onepage&q=suniti%20namjoshi%20poes%C3%ADa&f=false
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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