miércoles, 20 de mayo de 2020
Calígula
Calígula, el musical de Cibrian Mahler en Teatrix: Muy emocionante, muy deslumbrante a nivel musical. El inicio me aburrió un poco, y cuando me aburro me pongo sarcástica, en este caso con la estética gay que parece parodia de sí misma ya, con todos esos supensores y esos pectorales y glúteos turgentes. Pero cuando llegó la parte de les dos amantes (hermana y amigo) cantando juntos alrededor del amado, se me fue la ironía al carajo: una bola de arte en esas voces y esas cuerpas tan entrelazadas. Nunca había visto cantar dos cosas distintas así superpuestas y respondiendose una a la otra y luego uniéndose y volviendose a separar con tanta magia. En el final me embolé otra vez con las cuestiones del poder y el esclavo que no le tiene miedo al que se cree dios (muy pedorra esa letra) pero me voló la peluca de nuevo la escena de la luna y la locura de Calígula y su hermana. Los pasos de comedia con la madre y el bebé de plástico me dejaron fría y el tío bufón cortaba los esquemas musculosos clásicos pero, para mí, no llegaba a ser interesante. Debe ser otra cosa verlo en escenario y no en mi pobre pantallita de celu.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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