sábado, 11 de junio de 2016

Bastardos quieren no tener boca




lo deseado por la madre ver

Pero la madre desvía la vista
Tropieza con mi padre Lujuriosa dulzura

Me enamoran los ojos que llenan
los de mi madre Y soy todo para él

Él llena mis ojos Yo lleno los del
Y mi madre queda ciega.
Condesa Ertzebet Bathory.
“…quería inmovilizar su belleza para que fuera eternamente ‘comme un rêve de pierre’. Y amaba sus laberintos subterráneos —’le fascinaban las tinieblas del laberinto que tan bien acordaban con su terrible erotismo de piedra, de nieve y de murallas’.”
Alejandra Pizarnik.




Porque el amor no existe


Sin explicación no me presento a ninguna cita
Prefiero acariciar a mis gatos mientras me masturbo
mirando una foto de Lou Andreas Salomé
pegada a la puerta de mi clóset.
Byron maúlla cada vez más fuerte
Quiere que lo deje entrar
bajo la lluvia helada
compadezca su cojera
tras los cristales chirriantes
bajo sus garras
El agua en la tina ya no quema
demasiada sangre fría las doncellas
y los fetos se niegan a nacer
Bastardos quieren no tener boca
no poder gritar nunca
“el amor no existe”
Ante esto
los gatos mojados
no conmueven.


Recostada en la desnudez


“… una fascinación por un vestido blanco que se vuelve rojo, por la idea de un absoluto desgarramiento, por la evocación de un silencio constelado de gritos en donde todo es la imagen de una belleza inaceptable.”
A. Pizarnik

Escucho los gemidos que se acercan

La tina llena de sangre me recuerda a Báthory
Mi gata lleva su nombre y es curioso
maúlla cada vez que me corto

Y cada vez que cae una nueva gota roja
Byron rasguña los vidrios de la ventana
Mi casa está llena de maullidos de Báthory
rasguños de Byron
la tina siempre lista para un baño
los gemidos los tengo grabados
y oprimo play
cada vez que quiero recordar el espejo
antes de quebrarse
antes de haber descuartizado al primer ángel.
Madre por un rato
Un joven de pensamiento mágico
reclama ser nostradamus latino
y mi ojo su biblia
En el parque jugamos como niños
o decimonónicos chicos románticos
No me gusta ser su madre
pero a él le gusta ser mi hijo
Entonces
lo miro desde arriba
mirarme desde abajo
en un andén de metro
desde esa pequeña gran simpleza
pidiéndome cual edipo
relaciones incestuosas.

Artemisa Gentileschi. Judith y Holofernes.

“…nadie tiene más sed de tierra, de sangre y de sexualidad feroz que estas criaturas que habitan los fríos espejos. Y a propósito de espejos: nunca pudieron aclararse los rumores acerca de la homosexualidad de la condesa, ignorándose si se trataba de una tendencia inconsciente o si, por lo contrario, la aceptó con naturalidad, como un derecho más que le correspondía. En lo esencial, vivió sumida en su ámbito exclusivamente femenino. No hubo sino mujeres en sus noches de crímenes.”

Alejandra Pizarnik
Alivio



Dice llamarse Artemisia como la pintora barroca
Yo la llamaré Ofelia porque está loca y tiene
los ojos tristes
La encontré vagando por los techos
Me simpatizó por su idéntica costumbre
Y porque al verme se apiadó de mí
“contigo se ensañaron
a cristo martillaron las muñecas y los pies
a ti los párpados Pero tú no tendrás resurrección
y no volverán nunca a verte llorar sangre”
me prometió.
Invisible encanto tras la cerca del jardín

Sopla el viento un olor extraño Y yo no sé
cómo nunca para de caer ahí oculta
la sangre sobre todos los altares
mientras nos acariciamos desnudas
nadando en carmesí
como cuentan las leyendas

mantener tersa la piel
honrar a la triste condesa

Se desatan los ojos
no miran y miran
hacia ningún lado
Se desatan las cabezas
a los cuerpos mal atadas
Se desata la tormenta
desgarrando las pocas
certidumbres
que se tornan agua
y sangre
veloz y nauseabunda
por el desagüe
de mi tina.


La muerte de Sardanápalo. Delacroix
“Come, bebe, juega, y cuando te des cuenta de que eres mortal disfruta de las delicias presentes. El alma, tras la muerte no tiene ningún placer; yo me llevo lo que comí, y aquello con lo que sacié mi deseo. Pues soy polvo, yo, quien tuvo tanto en otro tiempo.”
Epitafio de Sardanápalo. Anónimo.



Disfrazan tan bien los disfraces que parecen reales


Tan sólo puedo mirar los reflejos
Nunca verme a mí misma a los ojos

El mundo crece ante mi pequeñez
Ahora soy yo quien rasguña las ventanas
y Báthory es quien llora dentro de una tina
No comprende cómo se ha degollado lo Eterno
aún dentro del vientre de la madre-padre

Vuelvo a rasguñar los vidrios
Maúllo más fuerte aún más
Ella no entiende
Todo radica en eso
en el reflejo que intento rasgar desesperada

Todo radica en eso En no poder nunca
mirar los propios ojos de frente.
Recuerdo la pecera, los hermosos peces dentro


“Todos son iguales/ peces o no peces iguales/ Les sangran las bocas/ y hacen caso omiso a la sangre”
Recuerdo lo mucho que antaño me gustaba mirarlos
aunque fueran todos iguales
Pero es tarde.
A veces por instinto devoramos lo querido
Otras por rito
como si todo fuese una gran hostia

*
Selección Poemas de "Hystera" Fanny Campos Espinoza.Dibujo “Mientras me masturbo” de Juan Bautista

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...