domingo, 4 de enero de 2015

Balada triste de trompeta

Anoche prendí la tele de última: Entre que Gus llegó y decidimos hacer unos fideos con salsa y la carne que había sobrado del asado (ahora que nuestros hijo e hija veganos no estaban) y que Gus se fue a bañar a su casa y la comida ya estaba y éste que se había puesto a cortar el pelo. (Toy hecha una doñita divina que espera a su maridito)
Apenas prender la tele ya vi que era muy loca. Estaba casi terminando. Habré visto media hora o 20 minutos finales. Impresionante la locura, la violencia, las caras deformes y delirantes de los dos payasos enamorados. Hoy la busco de nuevo.


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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...