Ayer lo lavó como nunca fue la vado el pobre. Mi pobre nube gris que hay días que parece más de barro cocido que de chapa, el que nunca es limpiado en su interior. Hasta le sacó los asientos de atrás y los cubrió con una tela hasta que pueda retapizarlos.
Esta mañana se fueron juntos. Espero que vuelvan, ambos, esta noche.
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