Segunda maratón en lo de Ariel y Yani. En la primera vimos la segunda temporada de Juego de tronos. Ayer vimos la primera. De nuevo algunos. Yo por tercera vez y algunos sumados nuevos.
Una maravilla estar el feriado de 9 de la mañana a 11 de la noche en otra dimensión del tiempo y del espacio, en Invernalia, en Desembarco del rey, en el Muro, con Kal Drogo y Dany.
Verla de nuevo (y con pantalla y sonido mucho mejores que los de casa) me permitió ver cosas que no había visto antes, cazar muchos indicios que se me habían perdido, darme cuenta de lo naive que soy con la ficción. Igual siempre sufro: en un momento tenía taquicardia (como si fueran los tambores del septo de Baelor) y mis amigos no me dejaban abrir la boca. Después, cuando yo hacía pucheros con la venganza de la bruja, los desalmados se reían vaya una a saber de qué. Ya sé, ya sé: Imposible razonar ni hacer pactos conmigo cuando se trata de historias de amor y crueldad tan efusivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario