Nos encantó. Fuimos con Magda y al sentarnos, la maricona me dice: A ver si esta obra es mejor que el bodrio del otro día, que a mí me gusta que cambien algo en el escenario... Y yo: Dejate de joder y en qué obra van a andar cambiando tanto...
Y no va y el final empieza a mover hasta las paredes... Genial.
Me encantaron los personajes de los 5 escritores, tanto el maestro (Marrale) como los talleristas: la feminista que es rechazada por escribir como Jane Austin pero aceptada cuando escribe como "un travesti boliviano" y se queja del profesor que le pide escribir "con las bolas bien puestas, es decir, como un hombre"; la que se coge al profe y al compañerito a mismo tiempo, el cheto con apellido y lenguaje puntilloso y hueco, el que no quiere mostrar, el que no quiere aguantarse que lo llamen "forro".
Muy muy muy buena.
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