sábado, 5 de enero de 2013

Miss Demiurgo de nuestra república de las letras


Los diez mandamientos de Manuel Vilas
Publicado el 20.03.12


por Elena Medel
@MedelElena


Manuel Vilas (Barbastro, 1962) se ha coronado Miss Demiurgo de nuestra república de las letras: nadie encarna como él el papel de principio activo creador y dios que, ante el teclado, todo lo conoce. Sus personajes —los de su prosa, los de su poesía— se rebelan, estallan, protagonizan con frenesí y se cuelan en la historia siguiente, en el verso siguiente, y sobre todo conducen por una literatura personalísima, que reinventa nuestra tradición. La reciente publicación de ‘Los inmortales’ (Alfaguara) y la inminente de ‘Gran V’ (Visor) nos invitan a abrazar su fe.


AMARÁS A MV SOBRE TODAS LAS COSAS.

MV ocupa el centro de su obra: sus obsesiones, sus circunstancias, su propia figura, pegadas a la realidad (¿realidad, hablando de MV?) o distorsionadas como asomándonos al Callejón del Gato, actúan como la inquebrantable columna vertebral de su alucinadísimo discurso. ¿La primera palabra de su poemario ‘Resurrección’, títulos aparte? “Estoy”. MV viaja a la Luna transmutado en poeta inmortal, para conocer de primera mano aquello sobre lo que escribe; MV se moja los pies en la Barceloneta… En una escritura sin respeto por los convencionalismos y las vacas sagradas, las parodias y la mala leche de MV se inauguran —claro— con el propio MV.


NO TOMARÁS EL NOMBRE DE MV EN VANO.

MV no escribe novelas, ni poemarios, ni cuentos, ni reseñas, ni artículos de opinión: se zampa obras con espacio para un mundo. Baquero Goyanes, con el que generaciones de filólogos sueñan por las noches, habría gozado ad infinitum ante la mezcolanza de géneros que MV exhibe a cada paso. Por mucho que lo indique en la nota de solapa, ¿quién niega que ‘España’ o cualquiera de sus novelas posteriores se lean como recopilaciones de cuentos? ¿Quién no detecta historias y poderío narrativo en sus poemas, muchos bordeando el microcuento? Y sus columnas en prensa, ¿no exhiben más ficción que hechos verdaderos, no coquetean en más de una ocasión con el poema en prosa? Límites de género a MV: ja.


SANTIFICARÁS LAS FIESTAS.

MV escribe en viernes por la noche: se arregla para salir, liga y baila y bebe y se ríe aunque quizá no por este orden, y engancha y cañas el sábado, y se echa la siesta, y sale igual e igual el domingo, y lunes, y adiós. Aunque el viernes, ah el viernes: la alegría, el buen humor, la carcajada con justificación porque sí, porque los motivos para la felicidad existen. Qué contentos los personajes de MV; qué gracia siempre, pero qué gracia española, valleinclanesca, y qué gracia europea, con el puntito absurdo y nervioso de Kafka, de por aquí. El esperpento actúa como contraseña para investigar en los archivos de MV. No en vano, “Vilas” —escribe en uno de sus poemas— “tenía unas ganas infinitas de pasarlo bien”.



HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE.

Ian Curtis y Elvis Presley y Johnny Cash —inolvidable la apertura de ‘Aire Nuestro’, con esa falsa crónica de un viaje del crooner por España— y Franz Kafka y Miguel de Cervantes y Luis Cernuda y Federico García Lorca y Paulina Rubio y la comida rápida —bueno, no, MacDonald’s: en la Plaza de España de Zaragoza, protagonizando un poema, en ‘Los inmortales’, como el reto del divino Stalin a Corman Martínez, “el último comunista” verdadero— y Zaragoza y España y lo aragonés y lo español. Por siempre jamás.



NO MATARÁS.

Mentira. La sangre inunda los libros de MV: purifica, bendice. El punto tarantinesco de su trilogía ibérica (‘España’, ‘Aire Nuestro’ y ‘Los inmortales’) se enfrenta a la oscuridad de su primera narrativa —publicada, como ‘España’ y el poemario ‘El cielo’, por DVD Ediciones—, de un retorcimiento barroco.




COMETERÁS ACTOS IMPUROS.

Los lugares de la obra de MV se parecen al oeste más salvaje: todo resulta posible. Si en las primeras entregas de su segunda etapa —antes publicó algunos poemarios que desaparecieron no solo de sus notas biográficas, sino sobre todo de “Amor”, sus versos reunidos— su territorio mítico se nombraba como Zeta, una Zaragoza de bruma y pesadilla, ahora se muestra polisílabo y plural: Zaragoza es Zaragoza, sí, y Zaragoza es el planeta y es la galaxia. Sus personajes recorren, se extenúan, y finalizan su periplo vital —de momento— en los barrios humildes de Zaragoza.



NO ROBARÁS.

La literatura de MV se extiende a su blog y su perfil de Facebook, a los que cualquier lector accede sin infringir leyes con apellidos compuestos. MV comparte en su bitácora reseñas propias y ajenas, anuncios de sus presentaciones y conferencias, fotografías, entrevistas… y claves sobre sus libros publicados e —incluso— adelantos que camufla como entradas. Algunos de los mejores momentos de ‘España’ los colgó meses antes de salir de imprenta, y quién sabe si el diálogo navideño entre MV y Barbastro, o su propuesta de un gobierno de tecnócratas que nos rescate del averno financiero —con Kafka, Joyce y Cervantes a la cabeza—, no se incorporarán a una próxima aventura.



DIRÁS FALSOS TESTIMONIOS Y MENTIRÁS.

MV celebra. Santifica las fiestas, sí, y festeja lo propio, pero sobre todo construye un monumento a la vida y a la imaginación. Sus textos se abandonan con una dosis extra de energía, de fuerza, que transmite a golpe de delirio; la lógica no impone, sino que cede su importancia a cuanto nunca será, y que existe durante unas páginas gracias a MV. ¿Ciencia ficción? ¿Fantasía? Literatura.



CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS Y DESEOS IMPUROS.

Díselo a SA, Jerry, Manoli y María Antonia, los primeros hitos de ‘Los inmortales’; a sus pechos infinitos, y a su amor que también.



CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS.

Si escribes, leer a MV te mata de envidia. Adjetivos como potente o personalísimo suenan insuficientes; cuesta imitarle y, si se intenta, te condenas al pastiche. Provoca miedo el interior del cerebro de MV. ¿Qué coches se estropearán, y merecerán una elegía? ¿A qué mitos del rock humanizará? ¿Qué se cocerá en su mente, qué nos servirá en próximas entregas?



Tomado de http://numerocero.es/articulo/los-diez-mandamientos-de-manuel-vilas/591

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...