Hopepunk
Hopepunk es un subgénero de ficción especulativa. El concepto fue acuñado por la escritora Alexandra Rowland1 en julio del 2017 y se refiere a una nueva tendencia narrativa que busca ser lo opuesto al grimdark. Se desarrolla en escenarios distópicos y hostiles, pero los personajes en lugar de dejarse arrastrar por el escenario antiutópico eligen hacer lo correcto. El hopepunk propone la esperanza como motor narrativo.2
Este subgénero defiende que la bondad no es un acto de debilidad, sino un acto político y de rebelión.
En este caso el término hopepunk no indica nada sobre la ambientación o el tiempo en el que se desarrolla la historia, como ocurre en otros géneros -punk como steampunk, cyberpunk, dieselpunk, greenpunk, solarpunk, silkpunk…. En este caso, se refiere a la motivación de los personajes y al tono de la historia. Los protagonistas, sobre todo, siempre tratarán de encontrar la mejor solución (para todos, en general, no solo para sí mismos).3
Controversias[editar]
El uso del término hopepunk ha generado controversia por varias razones.
En primer lugar, no acaba de definirse como un género literario,4 dado que no son relevantes el tiempo y lugar en que se sitúa la acción, ni los personajes o su relación con el entorno.5 Solo afecta al contenido en cuanto al mensaje: transmitir optimismo y afán de superación. Podríamos decir entonces que el hopepunk está más ligado al tono de la historia, independientemente del género de esta, del mismo modo que podría estarlo el feminismo. Puede ser fantasía, distopía, space opera, ucronía, fantasía oscura o mitológica. La intención es irradiar esperanza, resaltar la capacidad del ser humano para hacer cosas buenas.3 Sin embargo, la definición es tan amplia y abarca tanto que puede quedar vacía de significado.6
En segundo lugar, y en relación con el punto anterior, se tiende a entender el hopepunk como un género complaciente o carente de argumento, con un tono naive o poco interesante.7 Por el contrario, Rowland defiende que el hopepunk no es limpio y resplandeciente. El hopepunk es mugriento, porque eso es lo que pasa cuando luchas. Es duro.89 No es utópico.10 Entonces, ¿en qué se diferencia del grimdark? Mientras en el grimdark se critica el mundo y sus miserias con la victoria de la desesperación y de la corrupción debido a la inactividad de la gente, en el hopepunk se muestra la lucha contra lo que es injusto, la bondad del ser humano.94 Ni siquiera tiene que ver con que el final sea feliz. De hecho, para Rowland el sentido está en la lucha. No se trata del resultado, porque no existe el final.8 Este aspecto también se ha criticado, pues esta es la realidad de muchas personas de clase trabajadora, sobre todo aquellas que son oprimidas por cuestiones de raza o género. Eso no sería revolucionario para ellas; esa lucha eterna quedaría más como un atractivo para gente privilegiada.6 Aun así, hay personas como Layla Martínez que defienden que cuando se repite en la ficción un solo enfoque opresor y derrotista, este lleva a que pensemos que nuestra realidad también debe ser así, y que por lo tanto, no vale de nada intentar cambiarla.11 Lo que sí sería contrario en su totalidad al grimdark es el noblebright.1213
En tercer lugar, y también relacionado con el primer punto, está el hecho de la gran cantidad de obras actuales y pasadas que abarca el hopepunk, tan diferentes entre sí. ¿Se pueden unir obras como El cuento de la criada, El señor de los anillos, The Good Place, Mundodisco, Brooklyn 99 o Star Trek bajo la misma etiqueta?6
Por último, se ha criticado la utilización del término punk, que se une a los subgéneros ya preexistentes con esa terminación, por lo que la propia etiqueta también pierde su significado. Sin embargo, en el contexto de inestabilidad y nihilismo actuales, defender que la ternura, la compasión o el amor son valores positivos y reales (tanto como la crueldad, el egoísmo y la avaricia) hoy en día es revolucionario3 y no te hace débil, sino todo lo contrario.14
Obras hopepunk[editar]
Aunque el término hopepunk nace en 2017, se pueden rastrear obras con este enfoque desde mucho antes. El señor de los anillos de J. R. R. Tolkien comparte parte de esta filosofía; Alex Rowland defiende que El cuento de la criada (1985, Margaret Atwood) también, ya que, por muy terrorífico y terrible que el mundo en el que vive June, ella nunca se rinde y sigue luchando por escapar. Layla Martínez cita Los desposeídos de Ursula K. Le Guin (1974) como otro ejemplo de novela con final esperanzador11
Actualmente, las obras consideradas referentes en el hopepunk serían El mejor de los mundos posibles de Karen Lord, Todos los pájaros del cielo de Charlie Jane Anders, Las estrellas son Legión de Kameron Hurley y El largo viaje a un pequeño planeta iracundo de Becky Chambers.
El hopepunk no es género exclusivo de las novelas, puesto que también se han escrito relatos como los recogidos en la antología HopePunk (NEUH, 2019). En no ficción, destaca el ensayo de Layla Martínez Utopía no es una isla. También se considera hopepunk el manga clásico de Eiichiro Oda, One Piece, por desarrollar la esperanza y el optimismo en un mundo de piratas bajo el control del gobierno mundial.
En las obras más representativas de otros géneros narrativos, podemos encontrar el cómic Bitch Planet de Kelly Sue DeConnick y Valentine de Landro; ha aparecido en el cine en películas como La forma del agua o Hijos de los hombres (la adaptación de la novela de P. D. James). En música algunos de sus referentes son el álbum Dirty Computer de Janelle Monáe, el álbum y los vídeos de Chromatica de Lady Gaga o el vídeo Panini de Lil Nas.15
Grimdark
Grimdark es un subgénero de ficción especulativa con un tono, estilo o escenario particularmente distópico, amoral o violento. El término se inspira en el lema del juego de estrategia de sobremesa Warhammer 40.000: "En la sombría oscuridad del futuro lejano, sólo hay guerra".1
Definiciones[editar]
Ha habido varios intentos para definir lo que es el grimdark:
- Adam Roberts lo ha descrito como una ficción "donde nadie es honorable y rige la ley del más fuerte", y como "la forma estándar de referirse a las fantasías que le dan la espalda a las visiones más edificantes y prerrafaelitas de la medievaliana idealizada, y en su lugar subrayan lo desagradable, brutal, corta y oscura que era realmente la vida en aquel entonces". Pero también ha señalado que la oscuridad sombría tiene poco que ver con reimaginar una realidad histórica real y más con transmitir la sensación de que nuestro propio mundo es un "lugar cínico, desilusionado y ultraviolento".1
- Genevieve Valentine calificó grimdark de "taquigrafía para un subgénero de ficción fantástica que dice comerciar con la psicología de esos héroes de la espada, y el oscuro realismo detrás de toda esa política del reino".2
- En opinión de Jared Shurin, la fantasía grimdark tiene tres componentes clave: un tono sombrío y oscuro, un cierto sentido realista (por ejemplo, los monarcas son inútiles y los héroes tienen defectos), y la acción de los protagonistas: mientras que en la alta fantasía todo está predestinado y la tensión gira en torno a cómo los héroes derrotan al Señor oscuro, el grimdark es el "protestantismo": los personajes tienen que elegir entre el bien y el mal, y están "tan perdidos como nosotros" (en el mundo real).3
- Liz Bourke considera que la característica que define al grimdark es "un repliegue en la valorización de la oscuridad por el bien de la oscuridad, en una especie de nihilismo que retrata la acción correcta... como imposible o inútil". Esto, según ella, tiene el efecto de absolver a los protagonistas y al lector de la responsabilidad moral.4
También se ha discutido si el grimdark es un género por derecho propio o una etiqueta poco útil. Valentine señaló que mientras algunos escritores han adoptado el término, otros lo ven como "un término despectivo para la fantasía que está desmantelando tropos, un sello injustamente aplicado".2
Uso en fantasía de ficción[editar]
Según Roberts, grimdark es una forma moderna de un enfoque "anti-Tolkien" de la escritura fantástica.5 La fantasía grimdark más popular y con mayor éxito Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin, se caracteriza, a juicio de Roberts, por su reacción al idealismo de Tolkien, a pesar de lo mucho que le debe por su trabajo.1
Escribiendo para The Guardian en 2016, Damien Walter resumió lo que él consideraba la "dominación" de grimdark del género fantástico como "espadas más grandes, más luchas, más sangrientas, más luchas, hachas, más luchas", y, supuso, un "imperativo comercial para ganarse a los lectores varones adolescentes". Veía esta tendencia como opuesta a "un tipo de fantasía verdaderamente épica y más matizada emocionalmente" que ofrecía narración de cuentos en lugar de sólo peleas.6
Los autores cuyas obras han sido descritas como grimdark tienden a ser personas que escriben desde los años 90 en adelante. Entre ellos se encuentran, además de Martin, Glen Cook,7 Joe Abercrombie,28 Richard K. Morgan2 y Mark Lawrence.38En un sentido más amplio, la "visión penetrantemente arenosa, sombría, pesimista o nihilista del mundo" característica de la ficción grimdark se encuentra en amplias franjas de ficción popular de la década de los 2000, incluso en franquicias mediáticas como Batman, Breaking Bad o The Walking Dead.9
Contraste de géneros y tendencias[editar]
En 2017, la escritora Alexandra Rowland propuso que lo "opuesto al grimdark" es el "Hopepunk", una tendencia literaria que enfatiza lo que rechaza la oscuridad: la importancia de la esperanza y la sensación de que vale la pena luchar por los ideales a pesar de la adversidad.910 Otro tropo que se propone contrastar con el sombrío es el de la "nobleza", que parte de la premisa de que no sólo hay buenas peleas que valen la pena, sino que también se pueden ganar y dan como resultado un final feliz.910
No hay comentarios:
Publicar un comentario