Todo este año tan raro, yo metiéndome en mil talleres de música y poesía. Aprendo flamenco desde todos los ángulos. Y siento que me paro distinta, que ya mis manos no son extremos de manguera descontrolada, que las cuerdas de mi guitarra suenan a Andalucía, que puedo sostener un ayeo, un pregón, unos caracoles.
Siento un profundo amor por les artistas que me enseñan con paciencia y creatividad. Organizo mi día entre clase y clase: cuando no estoy con elles soy escritora, cuando sí, soy flamenca, música, cantautora.
¿Te conté que le estoy poniendo música de blues a "gansos salvajes" de Mary Oliver? Mi familia salvaje, cisnes para la patita fea.
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