Saben que odio las de docentes y las de gente con cáncer. No vi esta por obvias razones cuando salió aunque una juntadas de amigues me llevó engañada a maratón que detesté de la primer temporada. Ahora retomé porque hijes me recomendaron y debo reconocerle algunas virtudes que ya le había visto en la primer temporada: es original, está muy bien contada en sus ritmos y resoluciones, los personajes son muy queribles (a pesar de ser docentes y enfermos). Lo que más me gusta es cómo NO se naturaliza el tener que matar o convertirse en delincuente, cómo está mostrado ese esfuerzo y ese dolor. La relación entre Walter y Jimi me emociona mucho. A las dos esposas quisiera pegarles en la cabeza todo el tiempo. Detesto al cuñado, obvio. Tan obvio como la parte en la que lloré en la tercer temporada. Colgué en ratito a mitad de la quinta porque pintó otra cosa pero volveré.
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