Escribe: Magy Meyerhoff
Fotos: Leonardo Rendo
El 2019 resultó ser un gran año para Paula Maffia: fue telonera de Patti Smith, se sancionó la ley de Cupo que tanto militó y sacó Polvo, una continuidad compositiva y temática de todo lo que ya venía haciendo. Este año y mientras se prepara para sacar su primer libro de versos e ilustraciones, le cuenta a Hamartia cómo concibe al amor y a la muerte, y qué le resulta tentador de hacer tantas cosas al mismo tiempo: “Es un arte repartirse sin perderse”.
El año pasado editaste tu segundo disco solista después de haber sacado Ojos que ladran en el 2015, ¿qué diferencias tuviste con la producción de Polvo?
Polvo es mi segundo disco solista y es el sexto de mi carrera. ¿Diferencias? Yo le veo más parecidos que diferencias… puede ser que a nivel musical haya una textura distinta entre los dos porque la conformación de la banda fue otra a la hora de hacer Ojos que ladran. Yo estaba todavía muy sumergida en el laburo de producción de Las Taradas. Creo que ese disco fue un salto intermedio a todo los que no entró en La Cosa Mostra -con todo el rock que tenía la banda- y cosas que ya estaban influenciadas por el estilo más latinoamericano y orquestal que hacíamos con Las Taradas. Entonces en el disco hay corno, trompeta, acordeón… son instrumentos que no son típicos de la sonoridad rockera. Y en Polvo en cambio me vierto a un sonido más clásico del rock, de guitarras distorsionadas, bajo, batería. Pero compositivamente y temáticamente yo siento que son una continuidad. En un momento cuando empiezo a juntar material para Polvo me pregunto si está bien que siga tan monotemática con el tema del amor, del lenguaje y después dije: “Ey, si yo estuviera haciendo una carrera académica es de lo más astuto continuar y profundizar un tópico, que saltar a uno totalmente distinto. ¿Por qué tengo que crear novedad?” Yo veo a mi carrera como si viera una carrera académica, de hecho veo muchos parecidos y hay investigación y hay un entorno al que me vierto a buscar cosas y dije “No tengo que tener miedo de continuar un tópico. No lo está haciendo nadie y si me dan ganas de hacerlo lo voy a hacer”.
¿Y encontraste diferencias en cómo concebías el amor después de tantos años?
Por supuesto, pero me pregunto quién no ve con diferencias el amor en el transcurso del tiempo. Cuatro años son muchos y especialmente estos cuatro años, que fueron tan tumultuosos. Definitivamente cambió una idea, cambió un paradigma del amor social y en mí cambió muchísimo.
YO VEO A MI CARRERA COMO SI VIERA UNA CARRERA ACADÉMICA, DE HECHO VEO MUCHOS PARECIDOS Y HAY INVESTIGACIÓN Y HAY UN ENTORNO AL QUE ME VIERTO A BUSCAR COSAS
Más allá de eso, me parece que el drama lesbiano siempre está presente.
Y sí, cómo no va a estarlo. Me gusta igual tomarlo con humor, no es algo a lo que le doy entidad, una entidad de seriedad. Me parece que el drama está intrínseco a la existencia: nacemos y sabemos que vamos a morir, tenemos esa conciencia. Vivimos inmerses en la lógica del drama.
Recién dijiste “igual vamos a morir”. ¿Hay un escepticismo detrás o la posibilidad de intentarlo todo?
¿Por qué asociamos a la muerte con la fatalidad? Sé que es algo dictado por el Pathos pero también me parece que es una tranquilidad, es una posibilidad de pensarnos en una situación de tanta horizontalidad. Es tranquilizante saber que hay un deadline que te organiza. Y me parece que cada une puede perfectamente contar su historia así: tenés estos recursos, no sabes cuándo va a venir, pero tenés todo este tiempo para que hagas lo que quieras hacer, quizás dure un montón, quizás dure poco. No me parece que sea algo que se tenga que vivir con amargura. Creo que es un drama saber que esto se acaba y no saber cuándo y hay mucha ciencia ficción acerca de eso de si supiéramos cuándo nos vamos a morir. Me parece que la vida es un lienzo que cada quien va pintando como quiere, la vive a su manera. Me parece que es genial que alguien quiera intentarlo todo, pero también respeto a la persona que quiere transcurrir la vida descansando, me parece espectacular. No creo que haya una sola manera de hacerlo.
A finales del año pasado teloneaste a Patti Smith en el Luna Park, ¿cómo fue la experiencia?
Fue una sorpresa muy grande, en principio porque no soy una persona rosquera y no estoy en contacto con las productoras que traen gente de afuera. Nunca aspire a un lugar, no moví un hilo, no me acerqué a nadie. Estamos hablando de una leyenda viva, de una persona que no sólo me atravesó musicalmente, sino que también me llegó como escritora y como persona que vivió una vida coherente, justamente como leyenda. Y una gran referente de la interdisciplina también, que es algo que me atrae muchísimo. Así que cuando me llamaron para pedirme material, me agarró mucho escepticismo. Dudé que yo pudiera aspirar a ser la telonera.. Y contra todo pronóstico me llamaron y me eligieron.
Fue una sorpresa grata y me dio un poco de terror, pero cuando se fue acercando la fecha me sentí en condiciones de hacerlo y siento que di un muy buen show y que fue muy hermoso.
Lo que sí me sorprendió de manera asombrosa fue la recepción del público de la noticia. La palabra que me repetían fue la de “justicia poética”, como “vos tenías que estar ahí”. Había un premio a la trayectoria, creo que les pareció coherente, justo. Y mucha gente lo manifestó y salieron un millón de notas. Me hicieron sentir que la noticia fue tan coherente que se tuvo que levantar en todos lados.
ES UN BUEN MOMENTO PARA QUE MUCHAS COLEGAS MUJERES EMPIECEN A INCLUIR EN SUS PROYECTOS A OTRAS MUJERES INSTRUMENTISTAS, TÉCNICAS, ESCENÓGRAFAS.
Pensando en la actividad política de Patti te puedo preguntar por la que vos estuviste abocada el último tiempo: ¿Qué está pasando con la Ley de Cupo?
La Ley de Cupo ya está aplicándose, ya está efectivizada, ahora depende de los organismos que la regulan. Depende también de que el debate siga ocurriendo públicamente, me parece importante que se le empiece a preguntar a los artistas varones qué opinan de la ley de cupo, me parece que las mujeres y las disidencias estamos cansadas de éstas preguntas. Es obvio lo que queremos, porque luchamos para eso… es como que nos preguntaran qué opinamos del aborto. Ya se tiene que abrir y pasar a otras instancias. Me parece que también es un buen momento para que muchas colegas mujeres empiecen a considerar incluir en sus proyectos a otras mujeres instrumentistas, técnicas, escenógrafas. Me parece que es una buena invitación para que sea también cultural la ley, el cupo. Y ojalá no tuviéramos que haber recurrido a este martillo en caso de emergencias, nadie quiere acceder a un lugar por cupo, quiere llegar por mérito propio, pero los canales están coartados. Si escuchás una radio, si ves la tele, te vas a dar cuenta que básicamente no hay artistas mujeres y menos independientes, son todas engendros de Cris Morena y Disney, si es que no son lo mismo ahora. Entonces quieren que accedamos a los lugares del mainstream que es suyo a través de sus medios. Nadie hizo una revolución siguiendo las reglas del juego nunca.
NADIE HIZO UNA REVOLUCIÓN SIGUIENDO LAS REGLAS DEL JUEGO
Las que llevamos adelante la ley, en su primera o en su segunda fase, somos casi todas artistas que no la necesitamos, porque tocamos igual. Pero es muy importante, más allá de la representatividad de los festivales privados, que llegue también a los festivales regionales y nacionales. Que haya cupo, porque generan identificación y la identificación refuerza la identidad. Que niñitas, niñitos y niñites a lo largo y a lo ancho de este país puedan ver sobre el escenario autoras cis y trans haciendo su propia obra y contando su visión del mundo es maravilloso. Es entender que hay un mundo variopinto que demanda respeto y comunicación.
Sacaste el disco con Goza Records, el sello transfeminista de Barbi Recanati, ¿surge como parte de este discurso?
Y sí… y porque se acercó Futurock con el proyecto también. Se corría la bola que ya lo estaba por sacar y era bastante cierto, yo andaba hablando con un par de sellos de hecho. Barbi ya me había contado del proyecto, porque me la cruzo siempre acá por el barrio y porque la conozco hace décadas. Me había dicho ´Estoy armando un proyecto nuevo, voy a hacer un sello así y así´, y en el ínterin ella se pone a laburar con Futu. Y vino Fede Vázquez a un show mío y me contó que querían publicarme y tuvimos una reunión les tres. Y me pareció muy atractiva la propuesta. Era además, de todos los sellos, el que me garantizaba que mi disco saliera en físico y además me interesaba ser parte de una lógica discogáfica como lo que para mí fue 4AD o Matador. No necesitaba ni escucharlo antes para saber que iba a gustarme, había un criterio compartido. Y para mí Goza fue eso.
Tenés la agenda llena de presentaciones, ¿hay lugares a los que te cuesta acceder?
Por lo general no me cuesta acceder a los lugares porque también yo soy muy maleable, yo viajo mucho sola con mi guitarra, eso me permite moverme, es muy líquido lo que hago, no llevo ni un pedal, muy desnudo. Pero aún así siento que rinde un montón, me encanta tocar sola. No depender absolutamente de nadie, me da mucha gratitud y un placer muy grande. Pero pasa que hay veces que llevar una banda a otras provincias es realmente costoso. Y ya tengo un recorrido largo y trabajo con gente que es muy pituca de tener en la banda. Entonces cuando viajo lejos, me gusta pagarles bien, que no sea sólo un buen viaje, sino también un buen trabajo… a veces tocar en otras provincias depende una invitación grande, formal. Aparte me gusta mucho tocar en lugares de disidencias visibles y no en todas las provincias hay lugares así, aunque me encantaría… una Casita Brandon en cada lugar adonde vaya. Creo que mi limitación tiene más que ver con dónde elijo presentarme en esos casos.
MARÍA ELENA WALSH FUE UNA DE LAS PRIMERAS ARTISTAS QUE PENSÓ A LES NIÑES NO COMO PERSONAS INACABADAS, SINO COMO SERES COHERENTES EN SÍ MISMES
Hablabas de la identificación en los escenarios y quería preguntarte por la única canción que no escribiste del disco: ¿Por qué incluiste Canción para bañar la luna de María Elena Walsh?
María Elena es una de mis referentes principales, de la vida, de la interdisciplina y además me parece una gema del rock nacional, yo la incluyo en el rock nacional. Y después por su producción para niñes que es rica y abundante. Fue una de las primeras artistas que pensó a les niñes no como personas inacabadas, sino como seres coherentes en sí mismes, y esta canción se me clavó en el corazón a los tres años y me invadió de una sensación que yo ya, en ese momento sabía que era demasiado grande para mi cuerpo. Fue un ´estoy sintiendo algo que viene del futuro, alguien de mi edad no siente esto´. Fue un enamoramiento descabellado por la canción y por lo que me generaba. Y me partió la cabeza que ella me regalara la imagen de una lunita, que también era una niña, una niñita pícara, que anda y chapotea en un charquito, roba, pesca, viaja. Fue increíble que me acercara la imagen del astro más fuerte para la tierra y que ella me acercara esa imagen, la humanizara y la pusiera a mi nivel. Y después musicalmente esa cadencia que mezcla un carnavalito con un aire japonés es de una inteligencia y de una finura maravillosa.
Trabajas con Lucy Patané y con Nahuel Briones, ambes grandes productores de la escena local, ¿tenés ganas de producir a diferentes artistas también?
Yo no soy una loca del audio, a mí lo que me encanta es la composición. Sí sé lo que quiero y sé también cómo buscarlo, pero toda la parte técnica me da un poco de fiaca. Soy una neurótica importante y acompaño cada paso de lo que hago, pero no me vuelve loca pensar en producir a otras personas, me atrae mucho más componer, crear. Quizás en sintonía con esto, les puedo contar que en mayo voy a sacar un libro que se va a llamar Verso y lo va a editar Planeta. Va a ser una reunión de textos verticales e ilustraciones, gran parte es recopilación y gran parte la armé específicamente para esta publicación.
Crear en multiplicidad, la interdisciplinaridad que tanto nombrás.
Sí, es eso. Y me encanta… me encanta porque es también cómo amo. Creo que se pueden hacer un montón de cosas a la vez, creo que se pueden sostener un montón de vínculos en simultáneo. Me gusta el multitasking, es un arte repartirse sin perderse, no diluirse y me parece que genera como una especie de calentura que retroalimenta una disciplina a las otras, y me parece interesante también el cambio de dispositivo que me genera cada formato, cada medio. Me gusta mucho más trabajar en simultáneo con un montón de cosas y no ser buena para nada, pero ser regular en muchas. Eso me atrae mucho más que profundizar en algo. Creo que es también porque me aburro, me aburro rápido, soy medio rizomática en ese sentido, no soy tan radical. Soy más paradigmática que sintagmática.
Pensando en los vínculos así, ¿qué es para vos el amor?
El amor es una obra en construcción, siempre.
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