viernes, 13 de marzo de 2015

Yadira Calvo: "Lenguaje inclusivo no es ellos y ellas, muchachos y muchachas y poner arrobas"

Fragmento de http://literofilia.com/?p=21019

Volviendo al tema de la condición de la mujer, usted le ha dado seguimiento a este tema desde antes de los años ochenta.  ¿Cómo ha avanzado Costa Rica en este tema, ha avanzado?
Si ha avanzado, lo que pasa es que hay una cosa… se consiguen ciertas conquistas sociales, no sólo las mujeres sino cualquiera de los grupos oprimidos, pero  la ideología fundamental sigue siendo la misma, es patriarcal. La sociedad vive ideológicamente de manera patriarcal y usted lo puede ver en los anuncios, estaba viendo un día de estos un anuncio de la colonia para ‘’hombre-hombre’’,  eso es ideológico, eso sigue vigente. Los anuncios del Día de la Madre que tienden a una mistificación de la figura femenina y entonces es una mujer desrealizada, y desrealizada en todo sentido, en primer lugar porque se le idealiza de un modo exagerado y en segundo lugar porque esa idealización implica la renuncia para convertirse en una persona plena: ‘‘hay que vivir para, hay que vivir en función de’’. Todo eso sigue vigente.
Yo creo que el patriarcado es acomodaticio y de algún modo busca los nichos para seguir sobreviviendo, por eso la lucha es permanente, no podemos dar nada por hecho. Cualquier progreso social, con cualquier grupo oprimido de cualquier naturaleza, tiene una vuelta atrás.
Entonces el patriarcado para usted se ha acomodado a las condiciones durante estos años.
Si. Escuche la Asamblea Legislativa, escuche a los pastores protestantes en sus iglesias, a los curas en sus púlpitos.  ¿Quién se mete con lo que escribió Nietzsche? ¿Con lo que escribió Kant? ¿Con lo que escribió Rousseau? Muy poca gente, porque hay que ir y hacer estudios de carácter humanista y cuando uno encuentra que las mujeres los han rebatido en serio, siguen teniendo un impacto enorme.
Cuando yo fui a la  Escuela Normal y estudiábamos a Juan Jacobo Rousseau como el gran educador, yo nunca me di cuenta -en ese momento- porqué las lecturas eran de segunda mano, pero cuando me metí a leer el Emilio, digo yo ¿Pero qué es esto? ¿Cómo se acepta como un gran educador a un hombre que tiene una visión de las mujeres de purísima servidumbre? Lo mismo Kant, Hegel, Nietzsche, Schopenhauer…  Y eso es Filosofía que se le considera el discurso maestro y sigue ahí. ¿Quién cuestiona  a Santo Tomás, a San Agustín, a Alberto Magno? A quiénes le dieron vigencia, al discurso aristotélico que es un discurso misógino y esto pasa a la Iglesia  y ahí está incrustado en la Iglesia Católica:  ‘‘el hombre cabeza de la mujer’’. Y esto sigue vigente por que es muy difícil cuestionar autoridades de tantísimo respeto en la estructura.

Esto se ve reflejado en la Filosofía…
En la Filosofía,  en la Teología, en la constitución de la familia, en lo jurídico, en el lenguaje… en todas las manifestaciones de la cultura. Por eso cuando se quiere luchar contra una visión tan extensiva hay que meterse desde varios frentes.
Y los cambios que usted mencionaba antes, ¿Se reflejan en sus escritos? ¿En lo que usted reflejaba antes y ahora?
En mis escritos no sé, porque como decía un tío mío, creo que hay que quitar el dedo del renglón. Creo que siempre ando buscando por donde falta, pero sí ha habido cambios. Tengo dos hijas que no viven su juventud como la viví yo y no tienen las limitaciones que me impusieron a mí. Nadie se mete con su vida sexual y privada cosa que nos pasaba cuando yo era joven. Ya no tenemos que firmarnos ‘‘de’’, éramos posesión ‘‘de’’ el hombre con que nos casábamos. Claro que ha habido progresos, a principios del siglo XX las mujeres no entraban así como así, a las universidades, en el siglo XIX se empezaron a poner reglamentos en las universidades que impedían a las mujeres entrar, antes no había reglamento porque el supuesto era que ninguna iba a entrar.
Igual con las luchas por el voto y los derechos cívicos que tuvieron su fuerza en el siglo XIX. He oído decir por ahí que la humanidad ha cambiado más en 20 años que en 20 siglos, y puede ser cierto, pero el sustento ideológico de toda desigualdad sigue siendo el mismo. Antes había que pedir permiso para ir a trabajar, ahora no pero ganamos menos, accedemos menos a puestos de  jerarquía, tenemos más complicado el trabajo asalariado porque la mayor carga de trabajo doméstico sigue recayendo en las mujeres, la educación de los hijos sigue recayendo en las mujeres, o sea el discurso que sostiene el patriarcado es el mismo de Aristóteles hasta hoy.
Antes usted mencionaba que esto se ve reflejado en toda la cultura y mencionaba el lenguaje, ¿Cómo se ve reflejado en el lenguaje?
Un simple vistazo al diccionario de la Real Academia, ya nos da una idea. Se define masculino como excelencia, valor y coraje y femenino como debilidad y hasta vicio. Luego lo más grave, porque el  léxico puede cambiar aunque los académicos se nieguen a que cambie, pero el léxico puede cambiar y la lengua va cambiando con el tiempo aunque la academia se resiste a aceptar esos cambios.
Lo más difícil de cambiar es la sintaxis, porque la sintaxis es el esqueleto del idioma, y la norma manda que el masculino sea un término no marcado, es decir que engloba a hombres y mujeres. Eso es una sobre representación, es decir los hombres están sobre representados en el idioma y eso implica que las mujeres estemos sub representadas. Es decir  ‘‘los profesores, los docentes, el hombre’’, ser humano atenúa un poco pero todas esas formas masculinas nos invisibilizan bastante a las mujeres. Y eso se refleja en la concordancia ¿qué es esto? Que cuando dos elementos, por ejemplo sustantivos,  son uno masculino y el otro femenino, se les aplica un determinante específico, que usualmente es un adjetivo, ese determinante tiene que ir en masculino. Por ejemplo decimos,  él y ella están casados, no decimos están casados. Esa preponderancia del masculino reviste bastante gravedad respecto a las mujeres, porque estamos siempre ocultas detrás del masculino.
¿Y hasta qué punto el lenguaje inclusivo, esto de usar arrobas y equis ayuda?
Es que eso no es lenguaje inclusivo, ahí hay un error grave. El lenguaje inclusivo no es usar, ellos ellas, muchachas y muchachos y poner arrobas. Eso es una búsqueda, que es muy válida como toda búsqueda de equidad, para atenuar el sexismo que tiene el idioma, pero es la forma equivocada. Hay que conocer un poco más el idioma para hacerlo de forma adecuada, no para eliminarlo porque eso está en la gramática, pero hay vocablos comunes: oficinista, poeta, periodista… son palabras que sólo podemos determinar si es hombre o mujer por el artículo que le pongamos. También podemos usar abstractos cuando se presta, en vez de niños decir niñez, no siempre se presta. Usted como periodista lo sabe muy bien, porque su trabajo es el lenguaje, y sabe cómo se usa. Es como vestir, uno no va vestido de la misma forma a cualquier lado.
Se pueden usar abstractos, comunes, nombres colectivos, en vez de decir los pobladores de Guadalupe, sino la comunidad de Guadalupe, y no porque comunidad sea femenino, es colectivo. Tiene marca de femenino pero implica hombres y mujeres  clarísimamente. O podemos usar palabras epicenas, como víctima, o personaje, que aplican a hombres y a mujeres. Ese tipo de vocablos.
De todas maneras escribir cuesta y requiere un esfuerzo mental, eso va a requerir más esfuerzo mental, cómo la gente no quiere hacer esfuerzo mental y tal vez le faltan las herramientas necesarias para ponerlo en práctica, pues recurren a ‘’los las’’ y al arroba, pero eso no es lenguaje inclusivo.
Algo que me llama la atención, yo hablo inglés y siento que el español, en la forma de expresarse, tiende a ser más machista que el idioma inglés ¿Por qué cree usted que es así?
Yo creo que en ese aspecto lo más evidente es que tiende a ser más machista, pero habría que examinarlo más a fondo para ver si efectivamente es así, porque puede ser que lo que tenga sean manifestaciones diferentes del mismo fenómeno. Hace un montón de años había una serie que se llamaba ‘‘La mujer policía’’, ahora están pasando ‘‘La doctora Quinn’’ ¿qué pasa con esos vocablos? Que cuando se ponían en femenino había que especificar mujer, entonces no está tan libre de sexismo. Había que ponerle una marca específica para que eso implicara mujeres.
Luego, los hablantes del inglés, y de francés también, las mujeres casadas pierden su apellido, creo que todavía en algunos estados, no sé si en todos, pierden el apellido y hasta el nombre. Cuando en el colegio estudiábamos francés nosotros poníamos, por traducirlo en el español, señor y señora Juan Pérez, o sea pierden hasta el nombre. Aquí estuvo en el código de familia que era ‘‘de’’, ese es un ‘‘de’’ de propiedad. He leído autoras que dicen que la implicación que eso tenía cuando ahora el divorció es tan fácil, pues cada vez que sucedía la mujer perdía la identidad y tenía que hacerse un nuevo carné porque en cierto modo no era usted la misma persona.
Eso de perder el apellido o el nombre es grave, porque es lo mismo que en las cárceles se aplica o se aplicaba como castigo, a usted lo convierten en un número, parte del castigo era maltratar y hacerle perder la identidad, pues lo mismo se hacía con las mujeres.



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