Los amantes pasajeros: Agua de Valencia, drogas, y mucha pluma
El nuevo film de Pedro Almodóvar tras su fallida incursión en el ¿terror? con La piel que habito, es un regreso a sus orígenes, a la comedia mas surrealista que es lo que a él le hizo más famosos dentro y fuera de nuestro país. Los amantes pasajeros es una comedia coral donde el propio Almodóvar se rinde homenaje a si mismo en algunos momentos.
Raúl Arévalo, Carlos Areces, y Javier Cámara en Los amantes pasajeros (Foto Emilio Pereda y Paola Ardizzoni – © EL DESEO D.A. S.L.U)
Un vuelo con destino Méjico DF vera alterado sus planes por una casualidad del destino. En ese avión viaja gente de lo más variopinta y una tripulación con mucha pluma que creara situaciones de lo más delirante. La historia es bastante sencilla pero las subtramas son muy surrealista y están muy bien apoyadas en los graciosos y vulgares diálogos que el manchego sabe componer. Sin duda esta historia esta más cerca de lo que hacia al principio de su carrera, ¿Qué he hecho yo para merecer esto!!, que a sus cintas más galardonadas, Todo sobre mi madre.
Moviendo la cámara, Pedro sigue siendo un artista. El 90% del metraje se narra en un avión, y aun así es capaz de conseguir planos imposibles. Es verdad que el avión es un estudio y se puede desmontar para colocar la cámara como se quiera, pero aun así tiene planos muy ingeniosos y que sorprenden. También tiene momentos de teatrillo donde reina la composición, otra de las grandes características de este director galardonado con dos premios Oscar. En estos planos premian las interpretaciones, y por supuesto esos diálogos absurdos. También es muy destacable el numero musicalI’m So Excited de The Pointer Sisters, donde volvemos a alabar su trabajo a la hora de retratar este baile en un sitio tan acotado.
Cecilia Roth en Los amantes pasajeros (Foto Emilio Pereda y Paola Ardizzoni – © EL DESEO D.A. S.L.U)
El elenco de actores es increíble, y hablar de todos ellos necesitaría de dos o más articulo, es verdad que algunos de ellos son papelitos muy cortos como el de Miguel Ángel Silvestre (Todo es silencio) o Blanca Suárez (La piel que habito) pero todos están estupendos. Hay que destacar a los tres azafatos, que son quienes llevan el mayor peso de la cinta, y que están muy premiables. Javier Cámara (Hable con ella) prodigioso como siempre, Carlos Areces (Promoción fantasma) mejor que nunca, atentos a su peinado, y Raúl Arévalo (Primos) es el que da la sorpresa con ese ramalazo que dejara boquiabierto a mas de uno.
En resumen, Almodóvar es un director muy listo y sabe que en época de crisis el mejor cine que funciona es una comedia. Tras haberse ganado el respeto del mundo entero, ahora ha hecho una cinta que le apetecía, un film que le devuelve a sus orígenes, y donde no tiene miedo a auto homenajearse (esa agua de Valencia es muy similar al gazpacho de Mujeres al borde un ataque de nervios), y donde también se permite el lujo de criticar a los políticos aunque lo haga sin terminar de mojarse. No es su mejore película pero tampoco lo pretende.
Lo mejor: El numero musical, el cual debería también incluirse en los créditos finales para que los espectadores salga bailando de la sala.
Lo peor: Es un humor muy absurdo y en algunos momentos algo zafio, y eso muchas veces no es para todos los públicos.
Puntuación: 7/10
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