"Mil veces lloro y mil más vuelvo a nacer, conciente de mi camino quiero conocer mi sed".
Pienso, a veces, qué mierda que no me tenga lástima, que me deje todo el día y la noche sola con mi pata quebrada. Pero él menos que nadie se cree lo de la pobrecita Paulita. Sabe que estoy bien. Y tiene razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario